Dayan Lagarda / MO

A pesar de ser un cultivo atractivo y hasta turístico en algunas partes, el girasol no ha logrado consolidarse en el Valle del Yaqui, a pesar de tener varios intentos e incluso un impulso reciente frente a la escasez de agua y la reconversión de cultivos.

De acuerdo con investigadores, el girasol es una oleaginosa que presenta tolerancia a bajas temperaturas, bajo consumo de agua y una demanda nacional insatisfecha, pero no ha sido suficiente para que los productores incrementen o siembren con regularidad esta opción.

Este cultivo tiene una demanda de 5 mil toneladas en el sur de Sonora, lo cual podría resultar factible para los agricultores que decidan apostar a ella, pero los bajos precios, es uno de los principales motivos por los cuales el productor no lo toma en cuenta en su gama de siembra.

Néstor Alberto Aguilera Molina, investigador del Inifap, explicó que desde hace casi 15 años se inició con la investigación de diferentes opciones de cultivos tanto de primavera-verano como de otoño-invierno, incluido el girasol, para evitar el monocultivo, pero a pesar del impulso no despierta el interés.

Lo máximo que se ha sembrado en el Valle del Yaqui de esta oleaginosa son 2 mil hectáreas, las cuales tenían contrato una aceitera del Mayo y fue en el ciclo 2015-2016 y ese fue el auge de la flor en los años recientes, de ahí en adelante, se ha mantenido, disminuido o nulificado su área.

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