Fabiola Navarro / mo

El pasado 09 de febrero, Dulce María Zazueta se despertó con la misma actitud positiva de realizar su trabajo como Policía Municipal, sin esperar que ese día le cambiaría la vida a toda una familia, cuando en la comisaría de Esperanza salvó a un bebé que broncoaspiraba.

Como se informó a través de un comunicado de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, ella y el comandante, Rigoberto Ibarra, transitaban por las calles Benito Juárez y H. Colegio Militar, cuando una mujer solicitó auxilio para su bebé.

“Actué así igual como madre, porque es un bebé y una como madre lo siente, siente la desesperación de la mamá y no poder decir las cosas inmediatamente yo actué, como policía y como madre”, narró quien tiene poco menos de dos años de servicio.

Dejó claro que es en la Academia de Policía, donde le enseñaron los primeros auxilios que le permitieron salvar la vida del niño, para poder trasladarlo a la Cruz Roja para una mejor atención médica.

Ella, su familia y la corporación la reconocen como una heroína.

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