Milton Martínez Estrada

La sigilosa captura de El 50

No se escuchó el sonido de una sola bala durante la detención de Gilberto Martínez Rentería, alias El 50, la noche del viernes 15 de marzo en Nogales.

La tarjeta informativa del Registro Nacional de Detenciones señala que El 50, identificado como uno de los principales operadores de Ismael El Mayo Zambada y presunto líder de Los Demonios.

El somero informe oficial no ofrece detalles sobre el lugar en el que se ejecutó la orden de aprehensión de este presunto generador de violencia en esta frontera.

Los informes periodísticos generados por esta noticia revelan que El 50 habría sido detenido en un populoso conjunto habitacional llamado El Conquistador, que se ubica al suroriente de Nogales y se llega por el conocido Bulevar 2000.

Pues… ¿Qué les cuento? Ese mismo bulevar, a unos 2.5 kilómetros al norte, conduce a la sede de la 45 Zona Militar. Tan lejos y tan cerca la justicia ¿Quién podría imaginar que militares y El 50 eran vecinos?

Sí. Vivían en la misma zona de la ciudad y ninguna de las partes se daba por enterado. Es el ejemplo real de la consigna presidencial: “Abrazos y no balazos”.

De la detención no se dieron más detalles, a excepción de que El 50 quedó en manos de la autoridad a las ocho de la noche y presentado una horas después en la Ciudad de México, con una vestimenta de tenis blancos, pantalón azul, chamarra color vino y playera roja.

Los informes extraoficiales en Nogales decían que las imágenes compartidas sobre la captura de El 50 eran falsas y el primer presentado no era Gilberto Martínez Rentería.

Unas horas después cambió esa versión porque la Secretaría de la Defensa Nacional difundió imágenes del verdadero Gilberto.

También durante el fin de semana largo, posterior a la captura de El 50, se rumoró en las filas policías municipales que alguien lo traicionó.

“Lo pusieron”, decía la tropa policial, en referencia a que, supuestamente,  uno de sus colaboradores reveló el escondite de Gilberto.

Y esa traición fue de gran nivel porque en la captura de El 50 no se registró una sola detonación de arma de fuego, ni una sola bala se escuchó. Estaremos atentos a cualquier novedad.

Gilberto Martínez Rentería, A.K.A. El 50, nació para los reflectores nacionales e internacionales el 21 de septiembre de 2021, cuando Sergio Valenzuela Valenzuela, mano derecha y compadre de Ismael El Mayo Zambada, fue designado como objetivo criminal “especial” bajo la Ley Kinpin que opera en Estados Unidos desde 2002.

La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), dependiente del Departamento del Tesoro en aquel país expidió la sanción y bloqueo empresarial para el capo mochitense apodado El Gigio, Yiyo, El Señor del Sombrero, El Tío o Mi apá.

El compadre de El Mayo ha mantenido un férreo control de la frontera nogalense por más de tres décadas.

“Es un jefe de plaza del Cártel de Sinaloa y en ese cargo supervisa un importante corredor de tráfico de drogas en México; es responsable del contrabando de toneladas de fentanilo y otras drogas a los Estados Unidos, y depende directamente del líder del Cártel de Sinaloa, Ismael Zambada García alias “El Mayo”, señala el documento expedido por el Departamento del Tesoro.

La sanción liberada aquel 21 de septiembre también alcanzó a los secuaces del Yiyo, entre ellos, sus lugartenientes: Leonardo Pineda Armenta, El 20; Jaime Humberto González Higuera, El Tunco; y Gilberto Martínez Rentería, El 50.

Con aquella  sanción impuesta “estas personas y empresas se denominan ‘nacionales especialmente designados’ o ‘SDN’. Sus activos están bloqueados y las personas estadounidenses generalmente tienen prohibido tratar con ellos”.

Ese amplio comunicado, de hace dos años, expresa que Valenzuela Valenzuela, junto a sus secuaces, fueron identificados como unos “multicontrabandistas” por la ilegal incursión de incuantificables toneladas metanfetamina, heroína y fentanilo a Estados Unidos.

El 50 ya está tras las rejas. ¿Se han dado cuenta que la captura de narcos, de alto perfil que logra el Gobierno, solo pertenecen al Cártel de Sinaloa y los demás parecieran no existir? Es La Siguiente Pregunta.

Me acuerdo que en una extensa charla con un exjefe de seguridad de Sonora, me reveló que detener delincuentes de un solo bando es igual de peligroso que no detener a nadie.

Mi nombre es Milton Martínez y les agradezco infinitamente la lectura de estos escritos. Nos leemos el próximo lunes. No se les olvide que los miércoles, en el noticiero del mediodía con LizFaby Navarro y David Morgan, hago una intervención para platicar a profundidad sobre el tema que escribo en esta columna. No me dejen solo. Hagan click en el link, de la transmisión de ese día. Seguimos en contacto, bell@s.

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