Humberto ‘Cacho Angulo

Treinta años de la muerte de Colosio Murrieta (primera parte)

Desde el primer día de la campaña de LUIS DONALDO COLOSIO MURRIETA, fuimos al encuentro de la comitiva del candidato priista, gracias al apoyo de un chofer y vehículo propiedad de JOSÉ ENCARNACIÓN ALFARO CÁZARES, venían de un pequeño municipio de San Luis Potosí, y se dirigían a Pachuca, capital del estado de Hidalgo. Mi amigo MARIO RIVAS y su servidor llevábamos la acreditación de parte de Periódicos Sonorenses que agrupaban Tribuna del Yaqui, La Voz del Puerto y El Informador del Mayo. Ahí nos encontramos al originario de Magdalena, quien nos dio la bienvenida, y le pidió a sus amigos sonorenses que le acompañaban GUILLERMO HOPKINS, y este bajo la orden a un joven de Cananea SAMUEL MORENO, a quien habíamos conocido laborando al lado de RICARDO MAZÓN LIZÁRRAGA, posteriormente en el equipo de MANLIO FABIO  BELTRONES RIVERA y ahora parte importante dentro de esta campaña, junto a uno de los hombres más cercanos en lo personal del candidato VILLAESCUSA, a quien le hacía falta un brazo, pero que eso no le impedía, sentirse como uno de los hombres importantes dentro de esta estructura. 

Ellos de inmediato se encargaron de llevarnos ante RAMIRO PINEDA, quien era el jefe de Comunicación Social de la campaña y a su vez esté, nos turnó con su equipo de trabajo de desde ese momento ya éramos parte del equipo de esa campaña, a la distancia se encontraba un hombre de Nuevo León, a quien le hablaba con gran confianza el candidato, y este a su vez se había dado cuenta que LUIS DONALDO, nos había reconocido y nos había llamado paisanos, en lo personal había observado, todo lo anterior, se acerque a ese personaje y mientras MARIO estaba ocupado en el registro de ambos, el regiomontano me cuestionó, vienen de Sonora a cubrir alguna etapa de la campaña y mi respuesta fue hasta donde nos aguanten. Cambiamos algunos comentarios y ahí me dijo que era amigo de LUIS DONALDO y que era un empresario que se sumaba al proyecto de COLOSIO. Cuando llegó MARIO hasta donde nos encontrábamos, se lo presenté como si fuese mi gran amigo, cerrándole un ojo y me siguió la corriente y le dijo a mi compañero, que suerte encontrarme a mi viejo amigo ‘CACHO’ en este sitio. RIVAS como le llamaban con afecto a MARIO, nunca dudo de las palabras del amigo de LUIS DONALDO y con él iniciamos una pequeña camaradería. 

Nos ubicamos en un viejo hotel que se ubicaba a una cuadra de la Cámara de Senadores, ahí muy cerca de las calles Reforma e Insurgentes. Y como los fines de semana los eventos eran en la Ciudad de México, con salidas del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, ahí descubrimos que al candidato tricolor no gustaba que le acompañara ningún funcionario, ni legisladores a sus eventos, aunque a estos los recibía en forma privada en horarios ajenos a sus actos de campaña. En lo personal le pregunte a un sonorense que se encontraba como personal de apoyo en el equipo de Prensa, por ALFONSO DURAZO MONTAÑO aún secretario particular de COLOSIO y aquel joven cajemense de apellidos LÓPEZ TÉLLEZ a quien conocía muy bien, pero al parecer, no le había dado gusto vernos en esas condiciones. Me respondió que se encontraba en las oficinas del comité de campaña, ubicado en la Villa Olímpica, muy al sur de la avenida Insurgentes, pasando incluso La UNAM y Perisur. Pues se le había nombrado jefe de la oficina de campaña en ausencia del candidato. Una responsabilidad sumamente importante. Ahí fuimos descubriendo la presencia de diferentes sonorenses, entre los que se encontraban DANIEL ACOSTA, JULIÁN LUZANILLA, MIGUEL ÁNGEL MURILLO, VÍCTOR HUGO CELAYA, entre otros. 

En el transcurso de la campaña fuimos conociendo a grandes periodistas de medios nacionales, así como algunos políticos de talla nacional, con los que frecuentemente conversábamos y descubríamos que eran hombres de carne y hueso, incluso algunos de ellos, que llegaron a ser precandidatos a la presidencia de la república en sexenios anteriores, coincidíamos MARIO y YO, que no eran los personajes que nos tenían impresionados por la radio, televisión o declaraciones y entrevistas en medios escritos, nacionales. Nos sorprendíamos como algunos periodistas estelares como REFORMA, UNIVERSAL u otros medios de ese nivel, gritaban a coro, junto a fotógrafos CAMACHO SI, COLOSIO NO. Y en esos momentos sentíamos un pesado ambiente en el autobús de prensa, donde de vez en vez, lo abordaba el candidato.

En nuestra visita a Ciudad Juárez, Chihuahua, a donde llegamos por la vía aérea, en el aeropuerto nos esperaban don autobuses y ahí se nos dijo que quienes quisieran visitar el Paso, Texas, abordaran un autobús y quienes quisieran ir directo al hotel, abordaran el otro autobús. Un señor de la comitiva de atención a medios en las giras de campaña cuyo nombre no recuerdo, nos dijo que había un evento fuera de programa y que para ello dejarían un automóvil de varios asientos para quien quisiera acompañar al candidato, que ya había salido en otro vehículo similar. Ahí abordamos ese vehículo y nos dirigimos a una colonia sumamente marginada, allá muy cerca del Río Bravo, donde en unas carpas improvisadas, con unas mesas de plástico con sillas del mismo material, con muy pocas personas residentes de esa colonia, a quienes incluso se les veía cara de desconfianza, en un principio pensé que se trataba de que ese municipio y entidad estaba gobernado por el PAN, pero conforme habló el candidato y lo fue haciendo algunos de los presentes, LUIS DONALDO no parecía cuadrar algo, pues los cuestionamientos eran muy obvios como que se los habían sembrado, hasta que llamó a un señor de sesenta a setenta años de edad, parado en la parte posterior con sombrero y aspecto de campo, COLOSIO le dijo, soy el candidato del PRI a la Presidencia de la República y después de decirle su nombre, le cuestionó ahora quisiera que usted me dijera algo, compa. Y le pasaron un micrófono inalámbrico, el hombre sonrió y dijo “TA BUENO” y sus primeras palabras fueron AMIGO LO ESTÁN ENGAÑANDO, aquí sufrimos de verdad, aquí todos salimos a rifarnos la vida diariamente, entre maleantes, pillos y rateros, aquí vemos como nuestras hijas y en ocasiones nuestras esposas, salen a prostituirse para llevar algo de pan a la mesa de nuestras casas. Y autoridades de diferentes partidos van y vienen a pedirnos el voto, nos regalan una despensa o una camiseta y una gorra, que las utilizamos para el trabajo y en ocasiones como ropa de vestir. Pero esos candidatos derrotados o ganadores, jamás vuelven a cumplir sus compromisos de al menos rasparnos las calles, como lo hicieron ayer, previo a su visita y es todo lo que tengo que decir. LUIS DONALDO COLOSIO se quedó por unos minutos mudo, sin pronunciar palabra. Se disculpó con ese hombre y siguió “amigo yo no le voy a prometer nada, solo le digo que, de ganar esta elección a mí, si volverá a verme.

De ahí nos dirigimos al hotel donde nos hospedamos y en un salón grande, se adaptó para un evento. Y ahí la clásica, iniciaron con oradores o candidatos locales, donde todos hablaron de cosas de color de rosa, hasta que un hombre que aparentemente entro por la fuerza, comenzó a gritar COLOSIO TE ESTAN ENGAÑANDO, y el personal del Estado Mayor le agarró y tiro al suelo y fue entonces cuando COLOSIO tomo un micrófono y dijo déjenlo, y dijo amigo venga para acá. El hombre joven aún maltratado desconfiaba de quienes le rodeaban y LUIS DONALDO le pasó el micrófono ahora si dime lo que venías gritando, el joven de camisa cuadrada de lana, daba la impresión de que ya no se atrevía a hablar, le repitió la palabra amigo y seguido le dijo habla aquí nadie te hará daño lo prometo. Y les pidió a los hombres del Estado Mayor se colocarán de nuevo en sus puestos. El joven ya más tranquilo repitió algo de lo dicho por el señor en el evento por la mañana, y el candidato hizo el relato de lo sucedido y a este joven le volvió a prometer lo mismo.

NOTAS EN SERIE 

El día de ayer al entrar al restaurante, donde tomamos café algunos amigos diariamente, me sorprendí ver en una mesa ahí a punto de pedir sus alimentos el regidor con licencia RODRIGO BOURS CASTELO, en compañía de JOAQUÍN ARMENDÁRIZ, además de la fórmula de candidatos al Senado de la República por el partido del trabajo, CÉLIDA LÓPEZ CÁRDENAS y FROYLÁN GÓMEZ, y el Pipigo, sumamente atento me presentó a los próximos senadores de la República, con una gran sonrisa. Obviamente ya conocía a ambos personajes y ahí comentamos dos o tres anécdotas, para pasar a retirarme y dejarlos tomar sus alimentos y terminar su conversación…

La reflexión del día de hoy: “EL HOMBRE VALE POR LO QUE CUMPLE, NO POR LO QUE PROMETE”. 

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