Milton Martínez Estrada
¿De qué se ríe Colosio Jr?
Este fin de semana se cumplieron 30 años del magnicidio que enluteció a México aquel fatídico año de 1994.
Luis Donaldo Colosio Murrieta, entonces candidato presidencial priista, fue ultimado a balazos en el populoso barrio de Lomas Taurinas, en Tijuana, Baja California.
Este quien les escribe era apenas un adolescente que observó cómo se ensombreció aquel panorama electoral en el país, por muchos motivos.
No era y no es poca cosa que a un candidato presidencial lo fulminen frente las cámaras televisivas del país: Un revólver desde atrás del abanderado priista abrió fuego y sobrevino el caos, la gente se arremolinaba, la chamarra blanca impoluta de Colosio se tornó roja de sangre, tierra, polvo y mugre.
Las imágenes a las que me refiero son las que captó la lente del fotógrafo Eliseo Gaxiola, de origen nogalense, quien compartió con el mundo periodístico aquella imborrable tragedia.
Ya les decía que todo era difícil de entender, pero el mensaje de violencia de aquel día era bastante claro. No exagero, hasta las clases se suspendieron por unos días y declararon el 23 de marzo día de luto nacional.
Insisto. Para un joven de 14 años recién cumplidos todo era confuso y se le ocurrían mil preguntas al respecto. Hasta este día, muchas preguntas siguen sin ser contestadas.
Es por eso que cada aniversario luctuoso de Luis Donaldo Colosio se me viene aquella tibia tarde de primavera en la que acabaron con el político de origen magdalenense.
Este pasaje de la historia es hasta el día de hoy sombrío, misterioso, con tantos secretos como lamentos lanzados por muchos mexicanos y sonorenses que ya veían a Colosio como presidente. Claro, era el favorito para llevarse las elecciones y sustituir a Carlos Salinas de Gortari.
Escribo esto desde la memoria adolescente a quien indigna la sucia política mexicana y sus denigrantes prácticas para abrirse paso al camino del poder.
Entonces, 30 años después, en el trigésimo aniversario luctuoso del carismático político magdalenense, su hijo, quien lleva el mismo nombre del finado, Luis Donaldo Colosio Riojas, posa sonriente para las cámaras.
¿Qué le causa tanta gracia a Luis Donaldo junior para reírse sobre la tumba de su padre asesinado?
Entiendo que ya pasó mucho tiempo, que el junior ya perdonó a Mario Aburto, que solo la reconciliación lleva a la paz, como él mismo dijo, pero reírse así…
¿Qué clase de hijo se reiría así en la tumba de su padre asesinado?
“Fue el Estado”, aseguró Luis Colosio Fernández, padre del finado candidato presidencial al periodista y amigo, Cayetano Lucero, allá por 1994.
Luego se desdijo, afirmó que nunca había culpado al Estado mexicano de la ejecución de su hijo, pero sus palabras quedaron registradas en una vieja cinta de cassette, propiedad de la comunicadora Alma Noelia Neria Lara.
“Fue el Estado”, se difundió a ocho columnas en el periódico de alcance nacional, El Financiero y don Luis quiso retractarse, pero no lo logró porque las declaraciones vertidas a Cayetano Lucero fueron recogidas en aquella cinta magnética.
No lo culpamos. Así lo cree el país entero. Fue el Estado. No tenemos pruebas, pero tampoco dudas. Es un crimen impune, que su hijo no debe festinar en la tumba de su padre. Bueno, nos referimos a un hijo a quien le duela el ataque mortal a su padre.
Y algunos dirán que soy más colosista que Colosio junior, pero se equivocan: En el heredero político debe caber la prudencia, el decoro, la mesura, congruencia, respeto y duelo.
Sabemos que hoy busca un escaño en el Senado de la República por Nuevo León con Movimiento Ciudadano. Anda encampañado, quizás.
No despreció oportunidad alguna para tomarse una fotografía y mostrar su blanca dentadura. Le importaba más promocionar el libro “Las cartas de Colosio” que guardar un prudente luto. No se sabe.
Colosio junior se podrá reír en la tumba de su padre asesinado inconsciente de que todas las canonjías políticas que él goza se deben al literal sacrificio de quien le dio la vida.
¿De qué se ríe Colosio junior? Será siempre La Siguiente Pregunta.
Mi nombre es Milton Martínez y les agradezco infinitamente la lectura de estos escritos. El próximo lunes tendré uno nuevo. No se les olvide que los miércoles, en el noticiero del mediodía con LizFaby Navarro y David Morgan, hago una intervención para platicar a profundidad sobre el tema que escribo en esta columna. No me dejen solo. Hagan click en el link, de la transmisión en vivo de ese día. Seguimos en contacto, bell@s.