Pablo Beltrán
La rebelión de los togados
Y vaya que desde inicios de semana se empezaron a recrudecer lo síntomas derivados de la intentona de darle una buena sacudida a uno de los tres pilares tradicionales de la república, pues como ya se veía venir, no quedó más remedio a los integrantes del Poder Judicial de la Federación que acudir al paro de labores, ya que definitivamente sus razones en defensa de la sensatez al parecer no han valido para con los legisladores, cuyos dictámenes de comisión, son el preámbulo de la deformación de un poder en donde de ejercerse la ciencia del derecho, pasaría si el Pleno de las Cámaras (alta-baja-estados) lo decide, a mutarse a una entidad de corte causipolítico, saliendo a juicio de muchos peor el remedio que la enfermedad.
No se desconoce que el Poder Judicial Federal y sus tribunales no son perfectos, que actualmente no son del todo ágiles para el dictado de una sentencia como quisiéramos, e incluso, como en toda oficina pública, hay situaciones que pueden no ser del agrado del usuario; sin embargo, debe de reconocerse que su mística de trabajo es a marchas forzadas, que siempre están ahí más horas de las convencionales y que finalmente su acotamiento para un mejor desempeño se ha determinado por la falta de un presupuesto suficiente y digno, situación que no ha deseado paliarse desde las entidades presupuestales del país, aun a pesar de la creciente demanda del servicio, ya que la población y problemas crecen, mientras que quienes atienden los mismos se encuentran estáticos en su crecimiento. La reforma pudiera ser necesaria, pero en un plan muy constructivo.
Desde el día 20 la Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito, de dicho Poder, se pronunció sobre la suspensión de actividades jurisdiccionales, justificando la misma, pues a su parecer “…constituye el medio para exigir a las fracciones parlamentarias del Congreso de la Unión que detengan el actual proceso de reforma, dadas sus tantas imperfecciones, para reencauzar la discusión pública hacia una reforma integral bien meditada para enfrentar las causas estructurales que vienen debilitando sostenidamente la calidad de la justicia”. Y remacha: “La finalidad de esta Declaratoria, exige la instalación inmediata de una mesa de diálogo con los grupos parlamentarios del Congreso de la Unión, con facultades amplias para celebrar los acuerdos lícitos que sean necesarios y para ejecutarlos o proveer su ejecución”.
Por lo pronto el paro de los trabajadores oscilan los 55 mil personas, más el número de jueces y magistrados que ahora por cientos también se sumaron al paro nacional ( 1,202 que representan el 86%, estuvieron a favor de la medida), lo que conlleva una parálisis procesal en los asuntos del orden federal, por una gran cantidad de asuntos; aunque siempre con el toque garantista, dejaron abiertos los trámites para casos urgentes, como los relacionados al artículo 126 de la ley de Amparo, relativos a actos que importen peligro de privación de la vida, ataques a la libertad personal fuera de procedimiento, incomunicación, deportación o expulsión, proscripción o destierro, extradición, desaparición forzada de personas o alguno de los prohibidos por el artículo 22 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así como la incorporación forzosa al Ejército, Armada o Fuerza Aérea nacionales. Lo anterior sin dejar a un lado otros temas como de medidas de protección de mujeres y menores, pensiones, medidas cautelares, técnicas de investigación, entre diversos más. Es decir, la justicia federal no estará ausente ante situaciones delicadas, las que en todo momento estarían atendidas.
No se omite mencionar que durante la semana, los miembros del poder judicial fueron cuestionados desde diversas trincheras gubernamentales, de donde se visualizó desde la advertencia hasta la amenaza, pero por otro lado, organizaciones ciudadanas, profesionales y empresariales dieron su respaldo en aras de en todo caso se trata de mejorar el sistema de justicia, pero no destruir lo que ha costado décadas, como lo es el servicio de carrera judicial, basado en estudios, logros y esfuerzos, conocidos comúnmente como meritología, desdeñándose en todo momento por parte de los respaldantes el implementar el voto popular -entre otras cosas-, pues se trata de una labor de ciencia jurídica basada en el estudio permanente y constante, lo que pudiera ponerse en riesgo si se llega a esos extremos, ya que, entre otras situaciones, estarían en posibilidad de llegar a los puestos candidatos poco capacitados, que pudieran poner en evidente riesgo la constelación de derechos -humanos y sustantivos- de los ciudadanos, mismos que han sido cristalizados por muchas luchas (incluidas las de la izquierda) y sobre los cuales no debe de haber reversa.
Incluso los gobiernos de Canadá y Estados Unidos ya externaron expresamente su preocupación por el proyecto de reforma como viene, tan así que por el segundo de los países, salió el embajador Ken Salazar a poner el punto sobre las íes, destacando el riesgo de las relaciones comerciales y de inversión, así como la posible intervención del crimen organizado; lo que provocó que tanto el presidente en turno como la presidente electa, le manifestaran su malestar ante su intervención, aludiendo al reiterado concepto de soberanía, e incluso el mandatario mencionó que se enviaría un “extrañamiento” a Washington.
Y si lo anterior fuera poco y ante los cuestionamientos sobre la legitimidad del paro, el día de ayer por la tarde hubo sesión extraordinaria del Consejo de la Judicatura Federal en donde se votó sobre el tema, avalándose la medida por cuatro de sus consejeros, mientras que tres de los integrantes estuvieron en contra.
Sin duda, es fuerte el jaloneo entre los poderes y es evidente que se trata de una iniciativa de reforma constitucional muy controversial, que pone al país en estado de alerta por el significado que tendría la república si pasa la misma en los términos propuestos; mientras que por otro lado, más allá de las fronteras, se corre el riesgo de aislarnos ante el incumplimiento de convenios internacionales, lo que traería aparejadas sanciones, sobre todo de corte comercial, lo que a la sazón alejaría la inversión y ello de ninguna manera es deseable, pues una cosa es pertenecer a la aldea global, a pasar de vuelta -como antes de los noventas- a apostarle a arrinconarnos a una economía petrolera.
La reforma judicial pudiera ser necesaria, insisto, pero para incluir factores de fortalecimiento de los tribunales, para lo cual es necesario establecer en la Constitución, alguna forma de garantizar la calidad en el servicio, para lo cual y a fin de atender la demanda creciente, el presupuesto de egresos de la federación debe de mejorarse año tras año, pues en la mayoría de los circuitos hay ciudades en donde el número de tribunales no han crecido en más de veinte años, mientras que la carga de trabajo ha subido en ese lapso hasta más del doble, eso sin dejar a un lado que hasta Casas de la Cultura Jurídica en el país han sido cerradas en los últimos años por la falta de presupuesto y además, en regiones importantes y en donde ya había procesos penales, no se han podido abrir Centro de Justicia Penal Federal derivados del nuevo sistema, por los mismos motivos.
Bien decía Gerald Ford, cuando afirmaba: “La Constitución es la piedra angular de todas nuestras libertades; guárdala y cuídala; mantén el honor y el orden en tu propia casa, y la República perdurará.”
Enciendan sus velas y que sea lo mejor para el país…
HABLA EL INE. Y el día de ayer por fin el Instituto Nacional Electoral hizo la distribución de los plurinominales, en donde en larga sesión, por los votos de 8 consejeros contra 3 de sus pares, se cerró el tema de la posible sobrerrepresentación; de tal suerte que le quedan a Morena y sus aliados Partido Verde Ecologista y Partido del Trabajo 364 curules (de 500) en la Cámara de Diputados, con lo cual alcanzarían la mayoría calificada, que da la pauta para las reformas constitucionales.
No obstante, lo anterior, les queda aún a los partidos que se sientan afectados con tal decisión, el acudir al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, en donde se daría la última palabra sobre la interpretación del artículo 54 constitucional. Ya veremos.
HASTA LUEGO BECKER. Y con la lamentable noticia el día de ayer, de la eterna partida del conocido columnista Becker García, que por muchos años fue tundeteclas en varias casas editoriales, e incluso estuvo en radio y televisión.
Al controvertido colega se le va a extrañar, pues vaya que sabía ponerle pimienta a esa cosa llamada política.
¡Vuela alto Becker!…