Pablo Beltrán

La Trumpdemia

Y vaya que la reciente llegada del republicano Donald Trump a la Casa Blanca, no ha sido ‘llamarada de petate’ para con el gobierno mexicano y los mexicanos, ya que las advertencias esbozadas desde semanas previas a su asunción van en firme cristalización, lo que ha puesto la relación binacional en un estado de alerta.

La reasunción al mando principal de los Estados Unidos del político neoyorquino se aprecia como una versión remasterizada, luego de su derrota en su plan de reelección ante Joe Biden en 2020 y ahora en su retorno, denota que traía muchas cosas en el tintero, las cuales por cierto debe de haber ido elucubrando durante su ausencia de cuatro años, en donde pasó las secuelas del asalto al Capitolio, así como otros vaivenes no menos complicados ante los tribunales gringos.

Siendo un hombre de edad, su carácter es fuerte y ahora su contraparte mexicana, no sufre lo duro, sino lo tupido, ya que las declaraciones y las acciones al parecer si van de la mano, aunque la presidenta mexicana alude tener su Plan A, B y hasta C.

El tema de los aranceles al 25% sobre los productos mexicanos, no es cosa menor y pone a las exportaciones en un vía crucis. Lo interesante es ver si el gobierno mexicano obra con la debida diplomacia para zanjar discrepancias, sobre todo porque esta especie de vendetta en el plano económico, obedece a las aparentes inacciones del gobierno mexicano desde hace algunos años en el tema de migración y narcotráfico -sobre todo fentanilo-, en donde si bien se han hecho algunos esfuerzos -más con la llegada de Harfuch-, los mismos para el dirigente del norte, se dice, no han sido suficientes, lo que lo ha puesto en  un plan incluso más agresivo que en su período anterior. Otro argumento del norteamericano ha sido que a su país se le ha jugado en forma desleal en el terreno comercial, por parte de sus pares.

Causa curiosidad la intervención de Ebrard, como ministro de Economía, en donde en plena conferencia matinal, trata de minimizar el aumento de los aranceles programado para el día de hoy, aludiendo a que los consumidores finales en Estados Unidos son los que resentirían más dicho aumento, dejando a un lado que lo más probable que pase es que los productos mexicanos dejen de ser consumidos ante la vastedad de artículos de todas partes del mundo e incluso los producidos en casa. Se llama competencia y los exportadores de este país están metidos en un verdadero brete, si no se toman acciones, tanto diplomáticas, como de derecho internacional, haciendo valer el vigente Tratado comercial (T-MEC) cuyo espíritu principalmente, desde su antecedente TLC, se finca precisamente en liberar de aranceles a múltiples productos dentro de la región de América del Norte.

Y si Trump cumple su advertencia el día de hoy con lo de los aranceles, pues algunos habrían que poner las barbas a remojar respecto a otros temas, entre ellos lo de la clasificación de terroristas a los carteles mexicanos, para así poder justificar acciones extraterritoriales, lo que ha puesto en modo de molestia al statu quo mexicano, aludiendo situaciones de soberanía, para contener esa intención. Hasta lo del Golfo de América, sustituyendo nominalmente al de México, ha causado escozor, tan así que Google ya ha recibido epístola oficial mexicana, en donde se le explica el aparente error, basado en cuestiones históricas y de competencia para la designación de las nomenclaturas geográficas.

Es claro que el gringo Donald trae varias ideas un tanto complejas, lo que nos pone a pensar si su intención es de corte político, económico, expansionista o de alguna otra naturaleza -o todas-; pero por lo pronto, los estornudos del líder en turno del vecino país, pudiera provocar una pulmonía en nuestro terruño a nivel pandemia, a menos que…

Y como dijera el clásico… ¿Y ahora quién podrá defendernos?…

LA TÓMBOLA Y LA CHABELA. Y dentro de la saga de la reforma judicial y ya metidos dentro de la etapa preelectoral, siguen surgiendo novedades ‘nuevas’ pero además propias de la tragicomedia, pues después de haber defenestrado al Comité de Evaluación del Poder Judicial y asumiendo ese rol el Senado de la República, se optó -en virtud de la premura- por el uso de la tómbola, en donde fungió prácticamente como ‘niño gritón’ el afamado senador Noroña. El también líder del senado fue justificando la serie de tropiezos durante siete horas de mover bolitas, en donde incluso un abogado de nombre Isabel, fue metido con las mujeres aspirantes, lo que causó hilaridad al verse descubierta la pifia.

La democracia tomboleña en la futura designación de jueces, magistrados y ministros es probable cobre factura a los justiciables y sus familias, pues al paso que vamos es más que presumible que el concepto ‘suerte’ se incorpore en forma natural al ejercicio del derecho, de ahí que no solo se ocupará de buenos abogados para defenderse en los tribunales, sino, además, de un equipo de señoras rezando el rosario, para así tener mejores probabilidades de éxito.

Y sí, la vida es una tómbola…

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