Milton Martínez Estrada

¡Adiós, Pingüina!

 Este fin de semana se cumplió un mes de la muerte de Martha Patricia Velarde, una de las defensoras que dejó su alma, vida y esfuerzo en que se remediaran los ríos Sonora y Bacanuchi tras el macro derrame de tóxicos mineros ocurrido el 6 de agosto de 2014 por irresponsabilidad de Grupo México.

Martha Patricia, la apreciada Pingüina, un apodo que se le quedó porque cuando ella le tomaba cariño a alguien, lo empezaba a llamar pingüino, y en respuesta, el destinatario de aquel cariñativo, la llamaba de regreso Pingüina, dejó el plano terrenal el pasado 15 de febrero.

El Río Sonora estuvo de luto por aquellos días. Algunos no podíamos creer aquella lamentable noticia. Martha Patricia murió sin conocer la justicia por orden y capricho de quienes mandan, verdaderamente, en México.

‘Poderoso caballero es don Dinero’, la escuché decir en muchas ocasiones, y en otras tantas, la oí utilizar esta frase para concluir sus declaraciones a los representantes de los medios de comunicación.

Si me apuran tantito, la expresión que utilizaba con frecuencia La Pingüina, retrata de cuerpo entero a la obesa e inútil burocracia mexicana. El elefante reumático al que se refería el expresidente Andrés Manuel López Obrador.

Martha Patricia alojó un sinnúmero de metales pesados en su cuerpo tras el derrame de 40 millones de litros de lixiviado de cobre acidulado que recorrieron 227 kilómetros desde el Ojo de Agua de Arvayo hasta la presa El Molinito, en Hermosillo.

La Pingüina, originaria de su amada Baviácora, nunca dejó la tierra que la vio nacer y mucho menos dejó de luchar. Dio cuenta de todo lo que pasó en la cuenca ribereña por más de 10 años, seis meses y nueve días.

Tal vez ustedes no la conozcan porque su historia no ha sido contada por Netflix, o por  cualquiera de esas videoplataformas de streaming, pero su vocación de lucha es reconocida por quienes conocemos a detalle la contaminación del Río Sonora, ‘la tragedia ambiental más grande en la historia de la minería moderna’, como la definió el otrora secretario de Medio Ambiente, Juan José Guerra Abud.

Voy a dejarles una reflexión personal acerca de este macro derrame de tóxicos mineros que según expertos sus estragos más fuertes se verán cuando se cumplan 15 años de esta irresponsabilidad de Grupo México: Para la memoria colectiva esta tragedia ocurrió hace muchos años, pero para ver su más feo rostro es demasiado temprano.

Le voy a contar cómo conocí a Martha Patricia Velarde, fue la tarde del 7 de octubre de 2014, dos meses después del derrame y cuando funcionarios del gobierno federal de Enrique Peña Nieto pretendían minimizar la tragedia y para ello se trasladaron a Baviácora para encender las bombas que surtían de agua potable a la comunidad.

La encomienda parecía fácil desde una lujosa oficina en el centro del país, pero en el norte la sociedad es brava y más si se encuentra herida.

Martha Patricia junto a Bertha Andrade y otra mujer, de quien malamente no recuerdo su nombre, impidieron que aquella comitiva presidencial cumpliera con su objetivo.

Esta tercia de ciudadanas se opusieron a la reactivación del pozo ‘La Pina’ porque el 18 de septiembre de 2014 las aguas contaminadas del Río Sonora anegaron esa fuente de recursos hídricos.

Este pozo sería el primero de nueve que se pretendían reactivar por parte de la Comisión Presidencial encabezada por el secretario del Trabajo y Previsión Social, Alfonso Navarrete Prida junto al titular de la Cofepris, Mikel Arriola Peñalosa y el gobernador Guillermo Padrés Elías.

Las valientes mujeres se plantaron frente al pozo para impedir que se extrajera agua de él, bajo el argumento que la afluente ribereña contaminada se había mezclado con la contenida en esta fuente en reposo.

Martha Patricia Velarde, líder del bloqueo al pozo ‘La Pina’, expuso a los servidores públicos por espacio de 40 minutos que en el municipio de Huépac, la empresa Grupo México reactivó una fuente de agua en similares condiciones, y se sospechaba que su agua no era apta para el consumo humano porque varias personas habían reportado un malestar después de consumirla.

‘El pozo de donde extrae agua Grupo México para purificarla y distribuirla entre los siete municipios, está generando daños a la salud entre varias personas y no queremos que esto ocurra en Baviácora. Están comprobados estos daños porque una vecina se realizó unos análisis porque se ha visto muy enferma’, expresó Martha Patricia.

Si me apuran, estas son las primeras declaraciones públicas de Martha Patricia, y este noble escribano las redactó para la Revista Proceso a nivel nacional.

Ante la negativa y argumentación de las baviacorenses, la Comisión Presidencial, de manera unánime, decidió marcharse sin realizar la ceremonia protocolaria programada en aquellos pozos.

Por último, Martha Patricia sustentó que en los recientes estudios practicados al río por Conagua y Semarnat, los ‘picos’ de contaminación en el cuerpo de agua excedían los niveles máximos de potabilidad.

Después de estas primeras declaraciones, fueron cientas, por no decir miles las expresiones que fueron retomadas por la prensa para señalar las condiciones del agua que observaba Martha Patricia.

Como esta historia tengo otras muchas más, desde la muerte de la activista del Río Sonora, Karla Duarte, hasta la toma de 45 días del Centro de Rebombeo Los Patos, la principal fuente de agua fresca de Grupo México utiliza para producir cobre en la mina Buenavista del Cobre.

Tampoco vamos a pasar por alto que La Pingüina junto a otros destacados activistas echaron abajo los estudios realizados por la Universidad de Sonora y la UNAM, en los que aseguraban que el agua del Río Sonora estaba apta para el consumo humano.

Así de bajo han caído la Universidad de Sonora y la UNAM en este tema. Los científicos no se atreven a escribir media coma en contra de Grupo México, porque les retiran sus becas y esto significaría que se les frustren a los académicos sus sueños de hippies-capitalistas.

Pingüi, como a mí me gustaba llamarla a ella, solo te dedico estas letras tardías y la promesa de que seguiré escribiendo estas verdades hasta que se llegue la justicia.

Desde 2014 se dice que fueron poco más de 22 mil afectados en siete comunidades ribereñas, pero nadie contabiliza al casi millón de habitantes de Hermosillo, que en su presa de frenado de riadas, El Molinito, están sedimentadas 700 toneladas de tóxicos mineros.

El rostro de la verdad aún no lo conocemos.

NO SE VAYAN SIN LEER ESTO

Los saludo y agradezco infinitamente la lectura. No se les olvide que a través de la página de Facebook, de Medios ObSon y Noticias de Ciudad de Obregón estoy haciendo transmisiones en vivo de las noticias más importantes de Nogales, además de que los martes y jueves hago mi intervención en el noticiero del mediodía con LizFaby Navarro y David Morgan.  

Apreciados lectores: Esto es el 1, 2, 3, de la información en Medios ObSon, porque estamos en las tres principales ciudades de Sonora: Cajeme, Hermosillo y Nogales. ¿Qué mejor propuesta informativa quieren ustedes? Esta también es La Siguiente Pregunta. Os quiero.   

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