El Sábado Santo o Sábado de Gloria es un día de silencio y reflexión en el cristianismo, donde se conmemora a Jesús en el sepulcro y su descenso al abismo.
Este día es importante ya que con él concluye la Vigilia Pascual, que es la celebración de la transición del luto al gozo, el paso de la muerte a la vida y representa la victoria de Cristo sobre la muerte.
El Sábado Santo es un día de dolor y tristeza que se destina para el silencio, luto, y reflexión, así como lo hicieron en el sepulcro la Virgen María y los discípulos.
Asimismo, durante el Sábado Santo en la Iglesia Católica no se realizan eucaristías, no se tocan las campanas, el Sagrario se deja abierto y vacío, el altar está despojado y no se administra ningún sacramento, excepto la Unción de los enfermos y la Confesión de los pecados.
La Vigilia Pascual se realiza durante la noche previa al Domingo de Resurrección y es un momento para alegrarse por la resurrección de Jesús, la ceremonia se realiza de la siguiente manera:
Bendición del fuego:
La Vigilia comienza cuando se apagan las luces y el sacerdote enciende una llama con la que prenderá al Cirio Pascual, el cual será bendecido y llevado a procesión en la iglesia.
Liturgia de la Palabra:
Se leen los siete relatos del Antiguo Testamento que hablan sobre la salvación de Dios.
En 1955 el Papa Pío XII hizo una reforma litúrgica en que cambiaba la denominación de Sábado de Gloria a Sábado Santo.
También se cambió el tiempo de ayuno que duraba del viernes al sábado. En la actualidad, la iglesia católica recomienda hacer ayuno y no comer carne el Viernes Santo, pero si no es posible, se puede hacer oración o reflexión en familia.
¿Por qué se tiraba agua en México en Sábado Santo?
Hace algunos años, en México era común ver a familias enteras saliendo a las calles o a las azoteas de sus hogares a aventarse agua, sin embargo, esta tradición no tiene ningún origen religioso. De acuerdo a las costumbres, representa una forma simbólica de purificación y para otros significa que ya casi se acerca la resurrección de Jesús.