Guillermo Ochoa
EL TIEMPO
Ante la persistente falta de lluvias en la región, en las últimas semanas se ha registrado un notable repunte en la venta de pacas de alfalfa, uno de los productos preferidos para la alimentación del ganado.
Actualmente los agostaderos están secos, dejando sin pastura ni agua a los animales, lo que ha obligado a los productores a buscar alternativas para mantener a sus hatos.
De acuerdo con comerciantes, el precio de cada paca de alfalfa oscila entre los 100 y 150 pesos, dependiendo de su calidad, tamaño y procedencia.
Este incremento en la demanda ha impactado directamente en el bolsillo de los productores, quienes se ven obligados a asumir estos costos adicionales en un contexto ya complicado por la escasez de recursos naturales.
La situación es especialmente crítica para pequeños productores, quienes tienen menos capacidad económica para enfrentar los efectos de la sequía prolongada.
De no presentarse lluvias en las próximas semanas, la situación podría empeorar, no solo en términos económicos, sino también por el posible deterioro en las condiciones de salud de los animales.