Lorenza Sigala / MO
Aunque el evento denominado “Triunfo de la Democracia”, realizado el pasado 1 de junio frente a Rectoría de la Universidad de Sonora, fue convocado como una celebración cívica tras la votación para la elección de magistrados y jueces federales, su saldo ambiental dejó una imagen poco favorable para la capital sonorense.
Al día siguiente, decenas de botellas de agua vacías quedaron esparcidas sobre la vía pública, muchas de ellas siendo arrolladas por el tráfico local. La escena contrastaba con el mensaje de civilidad y participación ciudadana que se promovió durante el acto.
Además, en la vecina Plaza Emiliana de Zubeldía, también punto de concentración durante el evento, se acumularon más de 40 bolsas negras de basura, evidenciando la falta de organización en la gestión de residuos.
Comerciantes y transeúntes manifestaron su molestia por el descuido, señalando que la basura permaneció por varias horas sin ser recogida, generando afectaciones visuales y posibles riesgos sanitarios.
Hasta el momento, no se ha emitido una postura oficial por parte de los organizadores del evento o de las autoridades municipales respecto a la limpieza posterior ni a posibles sanciones o medidas correctivas.
La situación abre nuevamente el debate sobre la responsabilidad ambiental en actos públicos, especialmente aquellos que buscan fortalecer el civismo y la conciencia social.