Miguel Angel Vega C.
En campaña: no habrá represión; en el gobierno: va el garrotazo
Vaya cambio de actitud que mira uno a veces en los políticos. Nos referimos a que en campaña dicen y prometen una cosa y cuando llegan al poder cambian diametralmente. Nos referimos concretamente a la presidenta CLAUDIA SHEINBAUM PARDO, que en campaña lo gritó y lo repitió mil veces en los actos públicos que encabezaba e incluso se comprometió y lo hizo, de desaparecer el grupo de granaderos con que contaba el gobierno federal, para hacerle frente a las manifestaciones violentas. Pero al llegar al poder y ver la de a deveras, cambió radicalmente de actitud y en el caso de la marcha del pasado sábado, no ocupó el grupo de granaderos, sino un grupo de policías locales provistos de equipo especial, cometieron dos que tres atropellos de los que dan cuenta los videos filmados por periodistas y por civiles, donde se nota como que llevaban órdenes de reprimir a los manifestantes, toda vez que vimos que garrotearon, patearon y arrastraron tanto a jóvenes, como a mujeres y ancianos, e incluso hasta a periodistas, que resultaron lesionados. Esto nos hizo obligadamente recordar el dos de octubre de 1968, con un presidente como GUSTAVO DÍAZ ORDAZ, que en campaña prometió que no habría represión en contra del pueblo, pero a la hora de llegar a la Presidencia de la República, resulta de sobra decirlo, porque conocemos los resultados de ese fatídico dos de octubre, cuando el gobierno del trompudo sacó las uñas y mató y desapareció a decenas de estudiantes, un hecho reprobable desde todos los puntos de vista. La verdad, la presidenta Sheinbaum, con esta actitud represiva perdió puntos ante la sociedad mexicana y aunque asegure que eso no le afectará en su imagen de 70 por ciento de apoyo de la población, la verdad es que lo dudamos, porque esta fue una manifestación nacional auténtica, convocada por jóvenes hartos de la violencia imperante en el país. Por otro lado, resulta muy sospechosa la aparición de ese bloque negro de encapuchados, que solo causó destrozos con claras intenciones de desvirtuar la manifestación. Y lo más raro es que la policía no reprimió a ningún encapuchado, sino pura gente de civil que participaban pacíficamente en la movilización, mientras a los delincuentes los trataron con abrazos. Por otro lado, el reclamo de la sociedad era totalmente legítimo al pedir paz, tranquilidad y seguridad en su entorno, el poder salir a la calle sin la zozobra o el temor de que te toque una bala perdida en tantas balaceras que vemos a diario…………Y a propósito de enchiladas, en donde el fin de semana se reflejó la herencia maldita de ANDRES MANUEL LOPEZ OBRADOR, fue en Michoacán, donde como en todo el país impuso a los malandros a conducirse con la rienda suelta con su estrategia de abrazos no balazos. Porque en los primeros días de la aplicación del llamado Plan Michoacán, luego de detener a 12 sicarios y neutralizar a dos, el crimen les respondió nada menos que con 7 bloqueos carreteros en diversas ciudades y carreteras de las más traficadas. Por cierto, nos parece correcto que el secretario de seguridad nacional, OMAR GARCÍA HARFUCH, haya dado gas al general JOSÉ ALFREDO ORTEGA, que a decir verdad, solo sirvió para tres cosas, para nada, para nada y para nada. Y los resultados no nos dejaron echar la mentira, salió mediocre y corrupto. Para eso García Harfuch nombró a otro de todas sus confianzas, en la persona de JOSÉ ANTONIO CRUZ MEDINA, al que le entregó el nombramiento de puro “parapeto” el inservible gobernador ALFREDO RAMÍREZ BEDOLLA, pero tenemos la seguridad que lo pondrá contra las cuerdas porque todo indica que don Alfredo tiene dos que tres convenios no escritos con la maña, y al no ser de sus confianzas el mero mero de seguridad del estado, se pone en riesgo su cabeza. Pero en todo caso ya lo veremos, como lo dijo la alcaldesa de Uruapan, GRECIA QUIROZ GARCÍA, quien le dio dos meses de gracia al gobierno federal para que se empiecen a ver los resultados. Y si en dos meses no se mira nada positivo sobre todo en la baja de delitos de homicidios dolosos y la extorsión, nos quedará claro que estamos en más de lo mismo…………..Y al mero estilo de Michoacán, Guerrero, Guanajuato o Veracruz, ayer en Ciudad Obregón fue rafagueada una funeraria ubicada en plena calle 5 de Febrero, donde los asistentes al funeral de un joven de 17-18 años, sufrieron el susto de su vida, teniendo que refugiarse en el último rincón de la empresa que les abrió las puertas de los cuartos del fondo para salvarlos de las balas que les chillaban por los costados. Al llegar las fuerzas de seguridad, les pusieron cola a los sicarios y se entiende que dos balaceras que se suscitaron inmediatamente después, tienen relación con los hechos de la funeraria, reportándose en el primero dos personas lesionadas y en la balacera de la colonia Sonora, una persa fallecida…………… En temas más tristes, queremos comentarle que en los últimos meses, el gremio de la comunicación ha sufrido varias bajas dolorosas de compañeras y compañeros, que se nos han adelantado uno tras otro en el camino que tarde o temprano todos vamos a recorrer, dejando cada uno un gran vacío imposible de sustituir. Le hablamos primero del decano locutor y analista político de primer nivel, JORGE LUIS CUEN QUINTERO; de ahí le siguió el experimentado fotógrafo de la dinastía Morales, TRINIDAD MORALES MACHADO. Y casi juntos se nos acaban de ir otro de los fotógrafos de toda la vida, RENÉ ARTALEJO y la compañera exdirectora editorial de Tribuna, BERTHA ALICIA GONZALEZ, quien, si la memoria no nos falla, también laboró en esta casa editorial, de quien se sabe que su deceso ocurrió en Estados Unidos, pero sus cenizas serán trasladadas a esta ciudad próximamente, así que por lo menos esperamos tener la oportunidad por lo menos de velar y asistir a alguna misa en su memoria. Pero, en especial a la familia Medios Obson, la semana pasada nos volvió a envolver el duelo con la partida de la señora SONIA AVALOS VIEYRA, madre de los directivos de esta empresa periodística, CARLOS Y GRACIELA ARMENTA ÁVALOS, dejándonos un legado de trabajo y hermandad que siempre prevalecerá en nuestros corazones lastimados por su ausencia eterna, pero reconfortados por la gracia del señor. Aquí es donde uno como ser humano, tiene que agarrar fortaleza de donde sea posible, para seguir adelante en una lucha que no termina, por los seres queridos que nos quedan, porque sencillamente esto tiene que continuar. Dios nos cuide y nos proteja en todo momento y en todo lugar.