Redacción / MO
Sobre la carretera federal a Monterrey, a una hora de Ciudad Victoria, Tamaulipas, fueron rescatados cerca de 648 centroamericanos que abandonaron en seis cajas para tráileres cuando eran trasladados hacia la frontera con los Estados Unidos luego de llevar una larga travesía.
Entre los liberados se encuentran un número mayor de menores de edad y jóvenes.
Hasta esta madrugada las autoridades federales no habían dado a conocer la cifra oficial, pero fuentes cercanas al caso aseguraron que se trata de 648 personas de las nacionalidades de Honduras, Nicaragua y El Salvador.
Dijeron que la mayoría presentaba cuadros de deshidratación y estaban hambrientos; añadieron por estos factores 40 tuvieron que ser llevados a consulta.
En las pruebas rápidas para detectar covid-19 dieron positivo un total de trece.
El rescate ocurrió la noche del jueves en la carretera federal de Ciudad Victoria a Monterrey a una hora al norte de la capital de Tamaulipas en un retén que hay en el poblado conocido como Oyama.
Tres tráileres con doble contenedor se acercaban al punto de inspección militar por lo que los operadores al sentirse perdidos decidieron abandonarlos.
La acción evasiva llevó a los oficiales a verificar y descubrir que en los seis contenedores refrigerados había personas.
Se sospecha que los delincuentes para poder burlar algunas otras autoridades durante el trayecto que hicieron, colocaron sellos a las cajas simulando que habían sido revisadas con anterioridad.
Una vez asegurados procedieron a trasladarlos a la delegación de la FGR de Ciudad Victoria, pero por el número de personas pidieron el apoyo a las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública para que en una plaza grande rompieron candados, sacarlos y darles los primeros auxilios con el apoyo de más de 20 elementos de la Cruz Roja y Protección Civil.
Ya entrada la madrugada se apostaron en las afueras de la delegación policial una caravana de autobuses para poder trasladarlos hacia el sur del país.
El aseguramiento es uno de los más grandes ocurridos en Tamaulipas y donde sus carreteras que conectan con el Golfo de México han sido utilizadas para el tráfico de drogas e indocumentados, así como el mismo paso de migrantes con documentos que buscan llegar a la frontera con los Estados Unidos.