Funcionarios estadounidenses y mexicanos sellaron este viernes en Ciudad de México un nuevo capítulo en la relación diplomática de ambos países, al relanzar su cooperación en materia de seguridad y enterrar un acuerdo previo ampliamente criticado por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Los países vecinos acordaron prevenir la delincuencia transfronteriza, combatir el comercio ilegal de armas, reducir el tráfico y la trata de personas y atacar la importación de precursores para elaborar drogas como el fentanilo, que ha disparado las muertes por sobredosis en Estados Unidos.
“Estamos concluyendo un proyecto que tiene varios meses y que nos permite afirmar que dejamos atrás la Iniciativa Mérida y entramos, a partir de hoy (viernes), al Entendimiento Bicentenario”, dijo el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, en una rueda de prensa con el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.
Ambos funcionarios se reunieron horas antes junto al secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, el fiscal general, Merrick Garland, y otras autoridades mexicanas.
El nuevo acuerdo ha sido presentado como más amplio que la Iniciativa Mérida, en virtud de la cual Estados Unidos canalizó alrededor de 3,300 millones de dólares para ayudar a México a combatir el crimen organizado.
“De una cooperación limitada vamos a una alianza, que es algo muy distinto, es superior cualitativamente. Solamente te alías con alguien en quien confías y respetas”, agregó Ebrard antes de explicar que el renovado pacto es más complejo que solo capturar a capos del narcotráfico.