Breon Peace, fiscal general del Distrito Este de Nueva York, solicitó al juez Brian Cogan que imponga una condena de 10 años de cárcel a Iván Reyes Arzate, excomandante de la Policía Federal y ligado a Genaro García Luna, extitular de Seguridad mexicano
Reyes Arzate fue detenido el pasado 19 de octubre del 2021, declarándose culpable del delito de distribución internacional de cocaína. En su acuerdo, aceptaba ser culpable de de conspiración para importar 450 kilos de polvo blanco hacia los Estados Unidos.
La defensa de Reyes Arzate solicitó ante juez Cogan que la condena no supere los cinco años de prisión, pero los fiscales defienden la sentencia de diez años debido ya que estaba por debajo de las guías federales para el tipo de acusación contra el excomandante, las cuales recomiendan condenas de entre 262 y 327 meses de cárcel.
“El acusado cometió este delito únicamente para obtener ganancias financieras a pesar de que disfrutó de una educación estable en México, recibió un título universitario en derecho y fue empleado como oficial de policía de alto rango en un puesto muy delicado. En pocas palabras, el acusado eligió la codicia y la corrupción por encima del bienestar de los ciudadanos de México y los Estados Unidos”, se puede leer en el documento entregado al juez Cogan.
Los defensores de Reyes Arzate pidieron que se considere los 40 meses que el acusado estuvo preso por el dictamen de Illinois insistiendo que dicha condena “es parte del presente delito y el Sr. Reyes ha estado encarcelado desde que se entregó en Chicago el 27 de marzo de 2017”.
Reyes Arzate fue un excomandante que lideró la Unidad de Investigaciones Especiales de la Policía Federal, llamada SIU por sus siglas en inglés (Sensitive Investigative Unit).
Estaba previsto que Reyes Arzate, que fue comandante desde 2008 a 2016, fuera puesto en libertad y deportado a México el 27 de enero de 2020 tras cumplir una condena de 40 meses en Chicago por filtrar información confidencial a un cartel de droga mexicano.