AYER EN LA TARDE se cometió impactante asesinato de un automovilista, en la colonia Bellavista, cuando fue masacrado con disparados con fusiles AK 47 y AR-15. El estruendo de las balas prácticamente sacudió gran parte de ese polo urbano. Por momentos, se llegó a pensar que el ataque habría ocurrido en Villa Itson o en algún otro fraccionamiento de la zona. Lamentablemente, este es el Cajeme en el que vivimos con trepidante agobio. Y, es que donde menos se piensa se produce un acontecimiento de singular impacto, con unas autoridades que solo se afanan en colocar cintas restrictivas para resguardar el área de la ejecución y que nadie estropee los casquillos percutidos y hasta ahí. No hay búsqueda y mucho menos persecución de los presuntos responsables. Los uniformados prefieren quedarse a hacer “montón”, en tanto, personal de Servicios Periciales hace el levantamiento y traslado de la víctima al anfiteatro del Centro Integral de Procuración de Justicia… MIENTRAS ESTO, sucedía al poniente de Ciudad Obregón, un grupo de deportistas de la colonia Cortinas se manifestaron para demandar más seguridad a las autoridades y se eviten episodios como el que se vivió la tarde del lunes, luego de que ocupantes de dos vehículos protagonizaron una refriega, al generar un fuego cruzado tras dispararse de carro a carro. Como consecuencia de ello, una de las balas alcanzó a una mujer de 46 años que atendía un puesto ambulante de golosinas frente a una cancha de basquetbol, donde se encontraba un grupo de jóvenes y adolescentes aventándose una “reta”, cuando repentinamente comenzaron a escuchar ráfagas y unos refugiaron donde pudieron y otros se tendieron en el piso para no ser “blanco” de las mortíferas balas. Uno de los proyectiles lesionó a la señora que vendía dulces, lo que generó honda preocupación entre los deportistas que se regresaron turbados a sus hogares por lo sucedido a la mujer que resultó ser una víctima colateral. La tarde de ayer, antes de iniciar los encuentros que cotidianamente sostienen como parte de su sano entretenimiento, decidieron hacer una protesta para exigir más seguridad. Lo decepcionante del asunto es que sus peticiones no tengan eco, debido a que son desoídas, ya que el fenómeno de la violencia mantiene arropado al municipio como a otras muchas localidades de la entidad, pero, en Cajeme, la inseguridad es excepcional, en virtud de que no hay poder humano que contenga los embates de los grupos criminales. Bien pudiera responderles el alcalde, Carlos Javier Lamarque Cano que va a destinarles mayor vigilancia y protección. Lo que no entendemos cómo es que le va a hacer si en el cuadrante cuatro que está a cargo velar por la tranquilidad de esa colonia carece de unidades policíacas. Regularmente, solo se dispone de una o quizás dos patrullas para resguardar a la ciudadanía, pero en decenas de colonias, así que, aunque se quiera y se tenga la voluntad de hacerlo, la desilusión más grande es que se carece de los recursos materiales para atender las demandas ciudadanas y esto lo sabe el mismo comisario de policía, capitán de navío, Claudio Cruz Hernández, pero qué va a hacer sin parque vehicular. Una solución podría consistir en que el director operativo de la corporación, Jesús Navarro Velarde y otros mandos superiores, dejaran la comodidad y asignaran las unidades policíacas que traen a cargo a los sectores más desamparados, como sucede con el cuadrante cuatro y ellos utilizaran patrullas más modestas, esto, en aras de mostrar la voluntad porque el servicio sea mucho mejor. Bueno fuera, que así lo hicieran y dejarán el confort, por un lado, esto, sin afán de jorobar sino de buscar alternativas de solución a tan precaria situación, en tanto llegan las unidades que hace meses prometieron… REGRESANDO al tema de los jóvenes que exigieron más vigilancia, la pregunta es cómo se van a atender y solucionar sus reclamos de tener una ciudad más segura, cuando estamos viendo que el índice criminal va en aumento. Muestra de ello fue el inicio de semana con tres muertes violentas y dos lesionados que son completamente ajenos a lo que está sucediendo en Ciudad Obregón, con una inseguridad que parece estar cobrando mayor fuerza otra vez, sin que exista un plan estratégico que involucre a otras corporaciones e instituciones armadas por lo que así, resultará demasiado complejo hacerle frente sin tener un proyecto sólido y bien delineado. La seguridad pública no es cuestión de suerte, sino de análisis, labores de inteligencia y toma de decisiones integrales y no que cada institución trace su objetivo de manera unilateral como pareciera lo están haciendo, esto, en estricto apego a los episodios que estamos viviendo. Alguien tiene que tomar el mando e implementar una comparsa de acciones encaminadas a rescatar de estas brazas al municipio sin esperar que continúe cayéndose a pedazos porque esa es la triste realidad. Los hechos registrados en las últimas horas hablan por sí solos… TAMBIÉN HAY que decir en el contexto de la secretaria de Seguridad Pública que si existen mandos que no están funcionando es justo y necesario que sean removidos y se hagan los cambios necesarios porque no todo se va a solucionar con más patrullas y armamento sin con policías con mayor vocación y mística de servicio. Se trata de buscarle solución y no aferrarse a que los altos mandos de la dependencia lo saben todo y no se equivocan en nada, cuando ahí puede estar la clave, por eso requiere de hacer concienzudo examen y quien no esté funcionando de acuerdo a las necesidades hay que reemplazarlo porque como en su momento lo sostuvo el extinto titular de la SSPM, Fernando Isaac Apodaca Lauterio, en el sentido de que la Policía local tiene muy buenos elementos y conste que lo expuso un policía de carrera, así que no hay que echar en saco roto esos planteamientos y propuestas y de ser necesario hay que implementar saludable rotación, con policías de carrera y no asignar tareas a agentes y oficiales de “probeta” que jamás antes habían conocido el quehacer policíaco. Hay que resaltar que, tampoco, la corporación es una agencia de empleo para acomodar al amigo y mucho menos al compadre que, al final, son quienes más daño le hacen a la institución… POR LO PRONTO, otra vez estamos a punto de rebasar los treinta homicidios en menos de un mes y esto de ninguna manera es buen indicador de que la situación está mejorando. Lo ideal sería reducir hasta donde sea posible la incidencia criminal y claro que se puede lograr, pero nadie entiende el por qué no se combate la falta de voluntad e interés para afrontar y frenar los hechos criminales, quien diga que no se puede lograr está equivocado. Voluntad y decisión es la clave, señores. ¡Pónganse las pilas, Cajeme no merece esto!… EN OTROS ASUNTOS el encuentro con el titular de la Unidad Municipal de Protección Civil (UMPC), Francisco Mendoza Calderón, quien aprovechó para aclarar que el tema de las abejas no le concierne a la UMPC sino a los apicultores e instituciones encargadas de asuntos agrícolas. Lo que a él atañe es brindar protección a las familias por casos de inundaciones, como lo hizo el pasado fin de semana, tanto en la ciudad como en el Valle del Yaqui. Por igual, debe mantenerse muy pendiente con la llegada del mes de los ciclones, como lo es septiembre. Ahí si dice estar comprometido en atender las necesidades de la población por encomienda del jefe de la comuna y así se mantendrá para brindar toda la atención a la población en las semanas que están por llegar y en las que todavía se esperan fuertes precipitaciones pluviales… DONDE LAS AGUAS parecen haberse apaciguado en relación a hechos de alto impacto como estuvo sucediendo semanas anteriores, es en el cuadrante dos que comprende la parte oriente de la mancha urbana de la ciudad. Ahí se localizan las colonias Matías Méndez, Cajeme, Beltrones, Los Ángeles, Santa Fe, Pioneros de Cajeme, Amaneceres uno y dos, esto, debido a que el comandante del sector, Daniel Navarro Salas, no baja la guardia ni aun estando en su periodo vacacional, ya que está muy pendiente de lo que sucede y eso habla bien de su actitud y compromiso que mantiene con las familias de la parte nor-este del municipio. Mandos medios con esa vocación requiere la Policía Municipal, porque hay quienes los días de su descanso se desconectan por completo de su responsabilidad, sin entender que un policía es un servidor público, los 365 días del año y las 24 horas del día… Luego seguimos, Dios mediante.