El huracán Ian ya tocó tierra este miércoles en Tampa, Florida como categoría 4. La ciudad ya estaba preparada para el impacto, pues las autoridades alertaron desde el inicio de la semana de los vientos dañinos y aguaceros torrenciales.
Según los datos más recientes, del avión Hurracan Hunter de la fuerza aérea, los vientos máximos sostenidos han aumentado hasta alcanzar los 220 kilómetros por hora.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, declaró estado de emergencia en decenas de condados y en la noche del martes advirtió a quienes están en las zonas que se proyectan como las más afectadas que el “tiempo de evacuar se está agotando”.
“Es necesario evacuar ahora. Van a comenzar a sentirse impactos importantes de la tormenta relativamente pronto”, dijo.
El presidente Joe Biden, que ya aprobó ayuda federal de emergencia para 24 de los 67 condados de Florida, advirtió que Ian “podría ser un huracán muy violento, cuyo impacto sería devastador y pondría vidas en peligro”.
El Pentágono movilizó a 3,200 guardias nacionales y hay otros 1,800 en camino.
Las autoridades de varios municipios distribuían bolsas de arena para ayudar a los habitantes a proteger sus viviendas.
En tanto, la NASA canceló el despegue de su nuevo cohete a la Luna desde el Centro Espacial Kennedy en Florida, que estaba inicialmente previsto para el martes, debido a la proximidad del huracán.
El NHC había advertido que se esperan “una marejada ciclónica que suponga un peligro para la vida en la costa occidental de Florida y en los Cayos bajos de Florida”, con vientos “devastadores” en el centro del huracán.
“Se esperan inundaciones catastróficas en varias zonas del centro de Florida”, añadió.