El presidente filipino, Rodrigo Duterte, anunció este sábado que se retiraba de la política, una medida sorpresiva que alimentó las especulaciones de que estaba despejando el camino para que su hija se postulara para sucederlo.
“Hoy anuncio mi retirada de la política”, dijo Duterte, acompañando al senador Christopher “Bong” Go, de su partido gobernante, el PDP-Laban, mientras se inscribía para ser candidato a vicepresidente.
Se esperaba que Duterte se presentara a la vicepresidencia. No es elegible para volver a postularse para el cargo más alto, ya que la constitución establece un límite de un solo mandato de seis años para el presidente.
Los observadores políticos sospechan desde hace tiempo que Duterte podría dar una sorpresa, como una candidatura presidencial de su hija, Sara Duterte-Carpio, el año que viene.
Duterte-Carpio, que sustituyó a su padre como alcaldesa de Davao, dijo el mes pasado que no se presentaría a un cargo superior el próximo año porque ella y su padre habían acordado que sólo uno de ellos se presentaría a las elecciones nacionales de 2022.
“Esto permite a Sara Duterte presentarse”, dijo Antonio La Vina, profesor de derecho y política en la Universidad Ateneo de Manila. Pero La Vina dijo que no podía descartar la posibilidad de que el incendiario líder pudiera cambiar de opinión y ser el sustituto de Go.
Los candidatos tienen hasta el viernes para inscribirse, pero las retiradas y sustituciones se permiten hasta el 15 de noviembre, lo que deja margen para cambios de opinión de última hora, como la entrada de Duterte en las elecciones de 2016, que ganó por un enorme margen.