Becker García
El plan hídrico para Sonora
La semana anterior, el gobernador Alfonso Durazo lanzó un proyecto al que llamó plan hídrico para Sonora, aunque en realidad, está más enfocado en Hermosillo.
Su propuesta principal, consiste en cancelar la presa Abelardo L. Rodríguez en Hermosillo y ya no depender del Acueducto Independencia, que lleva el agua de Cajeme a la capital del estado.
Con la cancelación de la presa, se pretende luego vender las mil 750 hectáreas para fraccionar y construir algo que se llamaría Desarrollo Urbano del Vado del Río, y constituir un fideicomiso, mismo que, según entiendo, se usaría para construir 3 presas con su respectivo acueducto cada una, y con ello llevar agua a Hermosillo. Se dice, que con eso se resolvería el problema de la escasez en la capital.
Apunta también, utilizar el agua de la presa El Molinito para conducirla hasta Hermosillo, y con estos proyectos, dejar de sacar agua por medio del Acueducto Independencia desde el Novillo.
El problema es que, de entrada, la presa El Molinito tiene una capacidad máxima de 120 millones de metros cúbicos, pero no siempre tiene agua suficiente. Y es que, existe el problema de que, el Río Sonora, ese mismo que contaminó la mina de Grupo México, tiene “colgados” en su caudal varios represos que son utilizados tanto para la agricultura como para la ganadería. Creo, el primer paso, sería poner orden con estas aguas y saber bien a bien la disponibilidad total con certidumbre.
Ahora que, el agua en Sonora se vuelve un problema por su inconsistencia. Este verano, por ejemplo, fue uno de los que menos lluvias se registraron, y, con el calentamiento global, lo más seguro es que cada vez sea más grave el problema.
Además, existe otro problema que quizá no se haya contemplado, construir en los terrenos de la presa Abelardo L. Rodríguez, podría constituir en un peligro, pues, es el cauce natural del Río Sonora y, recordemos que en 1994 la presa se desbordó, provocando inundaciones en la capital, y pues, el clima no tiene palabra.
César Lagarda, reconocido ingeniero experto en cuestiones hídricas, ante la propuesta, declara que sería complicado hacerlo e insiste, en que la desalación de agua de mar o de pozos salobres en el Valle de Hermosillo, sería una mejor solución, puesto que, dicha agua es inagotable.
No es entendible que, para una región como Sonora, con miles de kilómetros de costas del golfo de Mar de Cortés, no se proponga desalar agua, cuando sería lo más lógico.
Claro, sabemos porque se vio claramente, que el ex gobernador Padrés priorizó la construcción del acueducto Independencia, por una cuestión de dinero, en la cual fueron muchos los que sacaron raja.
Se argumentaba que, desalar era más caro, lo cual es falso, y no se tomó en cuenta que bombear el agua por el acueducto, cuesta 27 millones de pesos mensuales, mismos que tienen que pagar los hermosillenses, aunque se aporta dinero de los impuestos de todo el estado.
Existe el otro problema, el agrícola, ya que el agua cada vez es menos en la cuenca del Yaqui, y, más lo será en los siguientes años, cuando se pretende abrir otro Distrito de Riego para la tribu, con lo cual, se sumarían 60 mil hectáreas que deberán ser irrigadas por la misma agua, es que no se multiplica.
Una cuestión que no ha sido tomada en cuenta, es que muchas ciudades de Sonora sufren también de falta de agua, desde Caborca, Nogales, Nacozari y súmele usted, y para las éstas, no existe propuesta en el plan hídrico.
Resolverle el problema a Hermosillo, sí, de acuerdo, pero también hay que pensar en el resto del estado, y recordar que el agua significa desarrollo y, en los últimos años, el mismo, se concentra en la capital.
La idea del gobernador Durazo es buena, pero quizá haya que escuchar a expertos que puedan opinar sobre el tema, como Nicolás Pineda y José Luís Moreno, del Colegio de Sonora, quienes varias veces han expresado que la solución para el desabasto de agua, es la desalación.
El año pasado, el diputado Jorge Russo Salido, propuso que se construyera una mega desaladora en el mar, misma que podría abastecer de agua, no solamente a Hermosillo, sino además a otras regiones del norte, y, ya encarrerados, venderle agua Arizona. Ese mismo proyecto, contemplaría en un futuro, ¿por qué no?, bombear agua hacía el Yaqui, es decir, en sentido inverso.
Interesante el tema, y, ojalá, se escuchen las otras ideas.
Gracias por leerme.