COMO BIEN decía el expresidente de México, Enrique Peña Nieto: “Lo bueno también cuenta y cuenta mucho”, esto, en alusión a la detención de un individuo que traía consigo más de cuatro kilogramos de marihuana, trescientas dosis de la misma yerba y dos mil de ‘crystal’, así como una pistola calibre 9 milímetros con su cargador abastecido. Fue capturado por infantes de la Secretaría de la Marina y policías municipales por rumbo de la calle 1300 y un dren que se localiza al poniente de la Norman E. Borlaug. Específicamente al norte del poblado de Quetchehueca, donde inclusive hubo una persecución. La captura se realizó alrededor de las 10:30 de la mañana del domingo, sin embargo, fue hasta el anochecer de ayer en que el asunto se difundió a través de un comunicado de la secretaria de la Seguridad Pública. No se dijo que esta acción fue dirigida por el director operativo de la corporación, el también marino, Jesús Aurelio de León Cruz, quien al final dejó el Informe Policial Homologado a mandos medios ajenos completamente a los hechos, de acuerdo a informes que se obtuvieron no únicamente en radiopasillo, sino en fuentes cercanas a la Fiscalía General de la República (FGR). ¿Dónde está la valentía que llegó pregonando el comisario de policía, Cándido Tarango Velázquez?, en el sentido de que iba a acabar con la delincuencia cuando ahora se muestran timoratos y ese temor solo se lo transmiten a sus subordinados… EN ESTE MISMO contexto, ojalá que el mando militar de origen veracruzano hubiera visto trabajar a don Jesús Estrada Medina (QEPD), quien no se amedrentaba ante nada y ante nadie, y estamos hablando de que siempre iba a la cabeza en acciones antidelictivas de alto riesgo. Era un jefe policíaco con un liderazgo que, ya es tiempo que alguien emule y no solo eso sino ponga en práctica sus conocimientos y preparación que les transmitió, pero sobre todo su decisión para entrarle a los hechos de toda índole, porque éstos siempre han existido, así que ahí nadie puede decir que eran otros tiempos. Siempre ha prevalecido la maldad y perversidad en gente de la más baja ralea humana y hay muchos policías jubilados y aún activos al igual que su servidor que nunca van a olvidar el carácter y el temple de Estrada Medina, al momento de perseguir y enfrentar a peligrosos delincuentes ante quienes nunca se intimidó, sino por el contrario, siempre mostró de que estaba hecho. Estoy convencido que no existe un solo policía que pueda contradecir los conceptos aquí vertidos sobre Estrada Medina, al momento de hacer valer la ley y la justicia en toda la extensión de la palabra. Insisto, bueno fuera que surgiera alguno de los elementos que haya sido su subordinado y mostrara esa capacidad y honestidad, porque esa fue otra de sus enormes virtudes, de no medrar con nadie. Como ya lo he referido en otras ocasiones, en este espacio. Era enérgico e intolerable con quien se la ‘aventaba’, es decir que tranzara a algún ciudadano porque el oriundo del vecino estado de Sinaloa, era el primero en amarrarlo y turnarlo al Ministerio Público, cuando hoy sucede todo lo contrario, al grado de anidarse hasta presuntos secuestradores en las filas policíacas. Un día de estos, voy a tratar de traerles el testimonio de un buen expolicía que le tocó participar en trascendentes acciones contra la delincuencia como lo fue el buen amigo, José Osorio Torres. Me voy a dar el tiempo de lograr una buena entrevista, para que nos platique la diferencia que hay entre la policía actual y la de los años ochenta, noventa y parte del dos mil. Es muy importante conocer la opinión de un excelente policía investigador con el objeto de que aprendan las nuevas generaciones de guardianes del orden público como deben actuar, pero, sobre todo, en dónde estriba el éxito de un buen representante de la ley… PUES AYER, SE sumaron otras dos ejecuciones más; una en la colonia Ampliación Alameda y la otra en la Matías Méndez, donde dieron muerte al ‘Carlangas’, de 33 años, quien fue inmolado con proyectiles de arma de fuego, mientras que, en el primer sector en cuestión, a un ciclista le destrozaron la cabeza con impactos de un fusil de asalto AR-15, durante la madrugada de este lunes. Mientras que la noche del domingo expiró en el Seguro Social, un hombre que fue atacado a balazos por rumbo de la colonia Beltrones, poco antes de las 2:30 de la mañana, allá por la calle Rododendro entre Carpe Negro y Camelia Blanca. Con estas tres muertes ya suman nueve homicidios en apenas cuatro días de octubre por lo que huelga preguntar: ¿Este es el cambio que se comprometió a realizar Cándido Tarango Velázquez, el pasado 16 de septiembre? Sí es así, mejor que vaya pensando que le falta por inventar o a quien culpar por su estrepitoso fracaso. En lo personal, reconozco que esto no es lo que quiere el alcalde, Carlos Javier Lamarque Cano para su pueblo. Lo conozco bien, desde antes de que fuera alcalde en 1997 y alguna vez escribí que muchos agentes policíacos les convenía que ganara él la presidencia municipal, debido a que, en su primer periodo como jefe de la comuna en los últimos tres años de los noventa, siempre se preocupó por otorgarles mejores percepciones salariales y condiciones de vida. Lo malo es que uno de los tres jefes policíacos que estuvieron con él en esa administración le falló al utilizar a policías como albañiles para que le construyeran la segunda planta de su casa, en la colonia Ladrillera. Luego, retomaré los señalamientos que planteé en esa época… HAY VERSIONES que un abogado y exagente de la desaparecida Policía Estatal Investigadora (PEI), así como diputado suplente en la anterior legislatura del Congreso del Estado y amplio conocedor de la problemática de inseguridad que enfrenta el municipio y quien además siempre ha mostrado su preocupación por lo que a diario sucede en nuestro entorno, presentó importantes proyectos al jefe de la comuna a fin de recibir una oportunidad para rescatar a Cajeme de las llamas en que se encuentra. Se trata del exlegislador, Juan Gabriel Pérez Pérez, quien asegura tener la capacidad para sacar adelante al municipio de esta convulsa atmósfera de muerte y dolor que vivimos. Bueno fuera que se le diera la oportunidad. Lo que sí estoy seguro y lo sostengo a título personal es que cualquier profesionista del Derecho con conocimientos de estrategias policiales haría mejor papel que el actual mando militar que solo da destellos como para salir del apuro, pero no con la intención de acabar con el oleaje criminal que nos agobia. Está por cumplir once meses al frente de la Jefatura de Policía Municipal y no se advierten cambios. Sería muy astuto de parte del jefe del Ejecutivo Municipal que tomará una pronta y sana decisión antes de que los ciudadanos salgan a manifestarse a las calles de Ciudad Obregón para exigir la salida del señor Cándido y sino al tiempo… EN OTROS TEMAS, nada se ha sabido de la situación jurídica del policía preventivo, presunto secuestrador, Jonathan Ernesto Moreno Acosta y de su presunto cómplice Juan Ramón Torres Soto, quien sigue prófugo de la justicia, pero ténganlo por seguro que la Unidad Especializada en el Combate del Secuestro, ya debe estar tras sus pasos y en cualquier momento podría ser alcanzado por el brazo de la justicia. Trascendió que la semana pasada fue cateada la casa de otro agente policíaco del que mucho se ha dicho que podría estar coludido con delincuentes que se dedican al despojo de fuertes sumas de dinero al acechar a sus víctimas en las afueras de sucursales bancarias. Quizás por ello no actuaron el pasado fin de semana. Lo ideal sería que la fiscal estatal, Claudia Indira Contreras Córdova, no baje la guardia hasta que ponga tras las rejas a estos delincuentes que seguramente forman parte del ‘crimen uniformado’ en la Policía de Cajeme… Luego seguimos, Dios mediante.

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