PESE A LOS OPERATIVOS implementados en dos frentes, por un lado, la Policía Municipal, Secretaría de la Marina y Guardia Nacional y por el otro la Policía Estatal de Seguridad Pública, Agencia Ministerial de Investigación Criminal (AMIC) y Ejército Mexicano, Cajeme continúa tan vulnerable como siempre, debido a que en cualquier momento se desata un ataque armado hasta en los sitios más confluidos cómo puede el primer cuadro de la ciudad o la zona conurbada del norte de la localidad. Indudablemente que algo está fallando y en eso tienen que poner mucha atención los gobernantes, legisladores y regidores porque definitivamente que alguien tiene que hacer algo desde el ámbito de sus facultades, debido a que cada vez es más insostenible esta situación como sucedió ayer con cuatro ataques armados con saldo de tres lesionados y una persona fallecida y en al menos tres de los casos salieron a relucir armas de alto poder como los llamados ‘cuerno de chivo’ y rifles AR-15, al igual que pistolas, al parecer calibre 9 milímetros. El tema de la inseguridad es recalcitrante y debe ser atendido con responsabilidad y de manera íntegra porque aquí no caben las medianías. No se trata de magnificar o sobredimensionar un fenómeno que día con día registra un progresivo crecimiento con las pérdidas humanas que se desprenden de la pertinaz violencia que, se advierte por todos lados sin importar el horario, mucho menos las condiciones climáticas, porque bien puede estar lloviendo y así actúan los criminales y está por demás visto, lo que si de plano no vemos es la voluntad y mucho menos la efectividad de los cuerpos policíacos para echarles el guante a los responsables de este clima hostil que, irremediablemente sigue sumando víctimas todos los días, salvo sus muy contadas excepciones, pero el panorama no cambia sino por el contrario se ha venido agudizando, debido a que no se tiene la intención de atajar el problema de frente y sin temor alguno… SE VUELVE A insistir en para ello resulta fundamental primero que nada que se depuren las corporaciones de elementos tóxicos que siguen sirviendo al enemigo, y tal y como lo dijimos ayer de esto ya tiene conocimiento el estado, pero es importante que por igual se comparta esa información a la federación sobre las colusiones de las que siempre hemos señalado que existen de policías preventivos y tránsitos municipales con catervas criminales, pero extrañamente no se desea actuar pese a que está en riesgo la población. Resulta dable preguntar, qué tendrá que suceder para que reaccionen las instancias correspondientes y comiencen a extirpar esas células cancerígenas de la secretaria de Seguridad Pública… HAY QUE DECIRLO que no hay necesidad de inventar cifras y mentirle a la población como lo hizo recientemente el comisario de Policía, Cándido Tarango Velázquez, al afirmar que durante su gestión como responsable de esa dependencia había dado de baja a diecisiete elementos algo que es completamente falso, ya que cuando un agente es separado del cargo por algún motivo se convierte en la comidilla del día en todos los rincones del municipio y esto no ha sucedido. No hay necesidad de mentir. Es preferible actuar. Tampoco es sano prometer que van a purgar las filas policiales. Lo más objetivo es que callados la boca actúen, pero en estricto apego a la realidad, de tal forma que se perciba ese cambio. De otra forma, podrán realizar todos los operativos habidos y por haber y nunca se va avanzar en la construcción de la paz, sencillamente porque se tiene al enemigo en casa. Los mismos policías lo dicen, pero tienen miedo alzar la voz porque en ello va implícita no solo su vida sino la de sus familias… PARA NADIE es un secreto que existe mucha información sobre el tema. Ahora solo falta voluntad para actuar y de no hacerlo se corre el riesgo de que la inseguridad se robustezca y tome mayor fuerza la ola de ejecuciones, por lo que es irremediable que no se quiera hacer nada contra en el ámbito local, porque de seguro que el estado conociendo la gravedad del desahuciado tema tendrá que tomar decisiones. En su momento, lo comentamos aquí que algunos presuntos delincuentes hicieron serias y directas revelaciones en relación a la protección que estaban recibiendo de agentes de Policía y Tránsito Municipal, mandos medios y hasta de altos jefes de la corporación, así que no debe haber marcha atrás sino por el contrario es tiempo de comenzar a resolver de manera impostergable este asunto, de otra forma, hay que reiterar que la violencia y criminalidad se empeorarán y por el bien de la ciudadanía no deben esperar a que esto suceda. Quien ande mal que le vaya bien. Se rumora que, de seguirse pateando el bote, la determinación se tomará en la ciudad capital sin remedio alguno y esto podría ocurrir cualquier día de estos y si no habrá que apostarle al padre tiempo… NO HAY QUE OLVIDAR que mucho se dijo que cuando estuvo al frente de la seguridad de los cajemenses, el coronel retirado del Ejército Mexicano, Jorge Manuel Solís Casanova le vio muy grandes las orejas al lobo y prefirió mejor poner pies en polvorosa. Casi estamos seguros que lo mismo le sucedió a Francisco Cano Castro quien en noviembre pasado dimitió al cargo y es por demás incuestionable que la policía esté sana, pero Cándido Tarango Velázquez, se ha empecinado en hacer como que le habla la virgen y se voltea para otro lado. Como coloquialmente se dice ni viendo la tempestad se arrodilla y nada hace por atorarle al asunto o al menos que tenga otros intereses. De cualquier manera todo se conocerá en su momento como siempre ha ocurrido… ES TAN GRAVE la contaminación de la Policía Municipal que desde Hermosillo se tomó la resolución de no permitir un solo elemento de esa institución en el Centro de Control, Comando, Comunicación, Cómputo, Coordinación e Inteligencia, el llamado (C5I) y mucho menos de la secretaria de la Marina y esto debe saberlo el titular de Semar, almirante José Rafael Ojeda Durán, lo cual tendrá que ser motivo para que dé una vez por todas reconcentre al capitán de fragata de la Marina, porque es la primera ocasión en la historia de Cajeme desde que pusieron en marcha ese proyecto hace ya cinco años que la Policía Preventiva es excluida de ese sistema. Tampoco habrá presencia de miembros de la Guardia Nacional. No se escucharán las ‘códigos rojos’ en las patrullas de la llamada 06, lo cual resulta denigrante. Solo estarán operadores de la Policía Estatal, Secretaría de la Defensa Nacional y Agencia Ministerial de Investigación Criminal (AMIC). Tal parece que este podría ser el comienzo de las medidas que se han empezado a tomar desde la ciudad de Hermosillo. No se necesita ser muy habilidoso para comprender que todo se deriva sólo por la desconfianza. Nada más para que se den una idea hasta donde ha llevado a la corporación, el capitán Tarango. Lo peor es que la ciudadanía es quien en realidad resulta ser la parte más afectada, de ahí que es primordial que los regidores de Cajeme lejos de andar buscando culpables en los medios de comunicación, analicen tal situación. Lo mismo debe hacer el coordinador de la Guardia Nacional, en Sonora, general, Benedicto Santamaría González, quien dicho sea de paso no le ha puesto atención a los desgarriates que traen sus muchachitos en Cajeme. Se espera que cuando lo haga no sea por hayan protagonizado una tragedia, ya que todo se puede esperar de estos uniformados, esto, de acuerdo al tenor de los acontecimientos que han propiciado, pero, en fin, habrá que esperar… Luego seguimos, Dios mediante. 

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