A pesar de vivir en el siglo XXI, algunos países no consideran apropiado que las mujeres vistan de cierta manera o realicen acciones que van en contra de los “buenos principios”. 

Vemos reglas extremas en Afganistán, donde ninguna persona del sexo femenino puede viajar sola largas distancias o trabajar en ciertos oficios. Pero no es el único, otras naciones como Turquía, también tienen leyes que impiden las “obscenidades”.

Tal es el ejemplo de Merve Taskin, una influencer turca que fue sentenciada a cinco meses de prisión por postear en sus redes sociales una imagen de ella montada en una escultura de pene gigante. A pesar de que la foto no fue tomada en su país de origen, al llegar tuvo que enfrentar a las autoridades.

Merve Taskin, de 23 años, festejó su cumpleaños en enero del año pasado en Ámsterdam, durante su viaje visitó el Museo del Sexo y el Barrio Rojo. Ahí, decidió posar sobre una escultura del miembro masculino y detrás de una puerta de vidrio rojo tipo burdel, en la que se podía observar que tenía muy poca ropa. 

Sus más de 570 mil seguidores agradecieron las publicaciones subidas de tono, pero el tribunal turco las consideró obscenas. Tres meses después fue arrestada por “cargos de obscenidad” en la ciudad de Canakkale. Después de ser llevada ante las autoridades, Taskin eliminó las imágenes de su Instagram. 

Tras un extenso juicio, la influencer fue sentenciada a prisión seis meses, condena que se redujo a cinco por bueno conducta. Los abogados apelaron y la corte le otorgó una sentencia suspendida, en la cual ella queda libre, pero no debe cometer ningún crimen en los próximos cinco años. 

De acuerdo a las leyes turcas, aquellos que publiquen contenido “obsceno” pueden ser condenados hasta tres años en prisión. El país es en su mayoría musulmán y aunque no obliga a las mujeres a cubrirse, aún deben adoptar un estilo conservador. 

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