HAY CIRCUNSTANCIAS en la vida que, en ocasiones, resultan indigeribles y mucho menos comprensibles. Por versiones de testigos y gente que estuvo cerca de la mujer que se arrojó en estado de ebriedad a las aguas de la Laguna del Náinari, la tarde del martes y donde lamentablemente perdió la vida un joven cajemense, que ofrendó la suya por tratar de rescatarla, al perecer ahogado cuando se dirigía hacia donde estaba ella para extraerla de las aguas. Es importante que las autoridades ofrezcan una versión real de lo sucedido porque se dice que la mujer llegó acompañada de un individuo y estuvieron ingiriendo bebidas alcohólicas. Provenían, se dijo, que de Tijuana y al llegar aquí se les acabó el dinero y supuestamente se embriagaron con la intención de darse valor y arrojarse al lago. Otros comentan que la mujer, de 30 años, llegó sola y en un parpadeo se lanzó a las aguas. Lo que sí es una realidad es que ella se encontraba en avanzado estado de ebriedad. Su rescate fue una verdadera odisea, debido a que, al llegar buzos del departamento de Bomberos, uno de ellos se lanzó al agua por la muchacha, para entonces ya estaban dos agentes de la Policía Municipal del cuadrante, uno, en el interior de la Laguna, solo que el buzo se les adelantó y cuando ya traía a la mujer hacia la orilla pidió a los policías que lo auxiliaran, en virtud de que ya se había agotado físicamente. Hay quienes se preguntan el porqué de las dificultades de hacer un rescate en ese tipo de lugares y al preguntar tal situación me comentan que se debe a que son aguas estancadas y sin corriente y esto las convierten en “aguas pesadas” y provocan que el ser humano se fatigue, como le sucedió al buzo, quien en ningún momento estuvo a punto de ahogarse como alguien comentó sin conocer la realidad. Luego de ser extraída del lago, paramédicos de Cruz Roja, policías y Bomberos se encargaron de prestarle los primeros auxilios, antes de trasladarla a recibir atención médica a un centro hospitalario. Cabe señalar que, al tratar de sumarse a las tareas de auxilio, el titular de la Unidad Municipal de Protección Civil (UMPC), Francisco Mendoza Calderón, sufrió un resbalón en la orilla de la Laguna y sufrió la fractura del codo izquierdo, por lo que tuvo que ser auxiliado, pero en ningún momento participó en el rescate de la mujer que, posteriormente confesó que había llegado a Obregón junto con su esposo y que su plan era embriagarse para atentar contra sus vidas. Sin embargo, el hombre no apareció por ningún lado. Lo inimaginable fue la muerte de José Manuel, de 29 años, quien al ver que la fémina se estaba ahogando, se despojó de sus pertenencias y las llaves de su automóvil para tirarse a las aguas, pero, lamentablemente, se fatigó al grado de que se sumergió para ya no salir con vida, en un hecho que resulta más que sorprendente, inconcebible por la forma en que sacrificó su existencia por el prójimo sin averiguar absolutamente nada. Su sensibilidad era demasiada grande, En lo personal no lo conocí, pero me hubiera gustado porque son personas excepcionalmente humanas, al grado de ofrendar su existencia en un gesto de nobleza y entrega total que no cualquiera lo hace. Es un acto de profundo heroísmo y por lo tanto debe considerársele como un verdadero héroe y en su memoria debe de reconocérsele, debido a que con su altruista hazaña escribió una página de oro en la historia de la llamada “Novia de Cajeme”. Debemos dejar de lado la insensibilidad e indiferencia y reconocer a un ciudadano ejemplar que ofreció su vida a cambio de nada. Su objetivo era salvar a quien en ese momento estaba en elevado riesgo de muerte y paradójicamente perdió la suya. Si esto no es heroicidad, entonces cómo llamarlo. También es digno de exaltar y galardonar a los policías que tuvieron el valor y denuedo de lanzarse a las aguas para tratar de auxiliar a la protagonista de esta imborrable pesadilla… EN OTROS ASUNTOS, justamente ayer comentaba las condiciones de inseguridad que prevalecen en Cajeme, aunque a las autoridades les duela admitir, pero es bastante la vulnerabilidad que nos envuelve. Durante la noche del martes fueron ejecutados tres hombres. Primero apareció un cadáver “encobijado” frente a la iglesia católica de la colonia Libertad. Después otro fue privado de la vida en la colonia Valle Verde y el tercero ocurrió por la calle Villa Hermosa, entre Artículo 123 y Plan de Agua Prieta, en la colonia Primero de Mayo. Los tres asesinatos fueron cometidos en menos de dos horas… ESTA, ES TAN solo una de las muchas expresiones criminales que hemos vivido en los tiempos idos y los actuales. No es mucha la diferencia. Por supuesto que estos violentos episodios nos dejan no solo una idea, sino una clara lectura de que pareciera que no existe autoridad alguna. Resulta inexplicable, pero tal parece que al caer la noche los altos mandos de la secretaria de Seguridad Pública se convierten en unos “cenicientos”, dicho con todo respeto, por aquello de que pareciera que al caer la noche se salen del aire y dejan la vigilancia a la deriva. No se les ve por ningún lado y en consecuencia la operatividad falla estrepitosamente. Los hechos hablan por sí solos. Mucho se ha insistido en que debe armarse un plan estratégico para que por las noches se mantengan el mismo nivel de vigilancia que en el día. Es necesario que lo entiendan y lo hagan desde el comisario de Policía, capitán de navío de la secretaria de la Marina, Claudio Cruz Hernández, como el director operativo, Jesús Navarro Velarde, así como el inspector de policía, Viviano Murrieta González. Se requiere de un mayor esfuerzo, pero, para eso, es importante el que tengan que predicar con el ejemplo. Hay que trabajar incansablemente hasta sosegar la población. De otra forma, es muy probable que los crímenes empiecen a ocurrir de noche como este martes. También es primordial que lo mismo hagan la secretaria de la Marina, Ejército Mexicano, Guardia Nacional, la devaluada AMIC y Policía Estatal de Seguridad Pública… EN HERMOSILLO, principalmente, pero esto debe estar sucediendo en muchas localidades de la entidad, en el sentido de algunos jefes de grupos de Agencia Ministerial de Investigación Criminal (AMIC) deben haber agotado los antidiarreicos, tras la captura de Benito Barrios Maldonado “El Commandante”, quien actualmente se encontraba comisionado en la Unidad Operativa de la AMIC en Estación Pesqueira. El ahora ex jefe policíaco seguramente que ya debe estar confinado en el Reclusorio Oriente de la Ciudad de México, al cumplimentársele una orden de aprehensión por los delitos de asociación delictuosa y contra la salud. Su detención en el país es provisional, ya que la Orden refiere que el asunto conlleva fines de extradición. Por si no lo sabían, el ahora convicto todavía en suelo mexicano, pero luego en los Estados Unidos de Norteamérica, es sobrino de Manuel Ángel Barrios Macario, Manolo Barrios, para sus amigos, así que ya se han de imaginar cómo debe andar este señor. Incluso ya se le menciona como fugitivo y eso que hace unas semanas la titular de la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE), Claudia Indira Contreras Córdova, enalteció y ponderó su carrera policíaca, pero sobre todo su experiencia en las lides de la investigación. No hay que desesperar que la justicia tarda en llegar, pero llega y como menos se piensa, en este caso con la intervención de policías internacionales como Interpol, DEA y FBI. Ya andan cerca de Cajeme… Luego seguimos, Dios mediante.

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