DESPUÉS DE tres días de aparente tregua, ayer, volvieron al ataque los emisarios de la muerte, luego de que ejecutaron a un hombre de 50 años, en una vivienda de la bélica calle Kalahari, en la colonia Ampliación Alameda. Las condiciones lluviosas que se dejaron sentir buena parte del día no impidieron que los gatilleros a sueldo le arrebataran la vida a un hombre a quien en el barrio lo conocían como “Don Chico”, quien en días pasados fue testigo de un ataque armado cometido contra un individuo apodado “El Sangre”, mismo que resultó lesionado de un balazo a manos de individuos que, igualmente trataron privarlo de la vida. Luego de que dieron muerte al quincuagenario, escuchábamos a las familias de ese sector conurbado que pertenece a Villa Bonita que, en vez de mantener el eventual centro de operaciones militares en el cuartel de Bomberos que se localiza a dos cuadras de la Kalahari, ahí mismo, en la Ampliación Alameda, sería más benéfico que se establecieran de manera permanente en la esquina de esa arteria vial y la Industriales. Ahí, se encuentra un lote de baldío y así acabarían con las desgracias que continuamente están sucediendo en esa desventurada arteria vial, donde han perdido la vida numerosas personas, otras han resultado heridas y algunas más han sido víctimas de desapariciones forzosas. Bueno fuera que el comandante de la 4ta Zona Militar, Héctor Francisco Morán González, escuchara y atendiera las sugerencias de los vecinos de esa hostil zona y asentara de plano ahí a los militares para que instalen filtros de inspección, no solo para quienes circulan por esa rúa sino por las arterias aledañas con la voluntad y afán de que terminen las calamidades que continuamente se están suscitando. La petición de las familias es válida, en apego a la agobiante situación que enfrentan durante las 24 horas del día y, quizás con un buen trabajo de inteligencia, no solo erradiquen la violencia sino capturen a los generadores de la misma. Todo estriba en una abierta voluntad y decisión de los mílites para rescatar la paz y tranquilidad que tiene buen rato extraviada y de paso por igual evitarán que personas inocentes vayan a ser blanco de “balas perdidas”. Y, es que, por más afán y tesón del comandante de policía de esa demarcación, Víctor Hugo Valdez Picos, sus esfuerzos no han resultado lo suyo suficientes para frenar a catervas criminales que siguen empecinadas en destruir vidas y derramar sangre con tal de cumplir sus mortales encomiendas. Por supuesto que, al colocarse miembros castrenses sobre la Kalahari difícilmente sicarios se animaran a desafiarlos porque saben perfectamente que los soldados no la van a pensar dos veces para abatirlos como lo han hecho con otros peligrosos delincuentes… SOBRE ESTE mismo, hay que recordar que no hace muchas semanas, personal de la secretaria de la Marina abatió a dos presuntos gatilleros e hirió a otro, cuando estos iban tras otros hombres disparándoles y al aparecer los infantes de Semar, se dice que también abrieron contra ellos y estos al repeler la agresión los abatieron a bordo de un vehículo tipo vagoneta, para que se entienda que quien se atreva a dispararles a los militares o marinos difícilmente van a salir bien librados como les sucedió a estos sujetos que pagaron con su vida la osadía de intentar armar un fuego cruzado con integrantes de instituciones armadas altamente capacitadas. Es tiempo que se fortalezca su presencia en esa parte del municipio para disuadir hasta donde sea posible la presencia de entes criminales que continúan empecinados en mantener su estadía en esa zona habitacional densamente poblada. Solo así se logrará. De otra forma, se antoja muy complicado, se logre… TRAS EL asesinato ocurrido en la Ampliación Alameda, volvió activarse el “código rojo”. Sucedió en la colonia Misión San Rafael, donde ocupantes de una vagoneta blanca, dispararon contra un motociclista, obviamente con intenciones de arrebatarle la vida. El ataque se produjo en calles Horuz y Atil, aunque inicialmente se dijo que había ocurrido en la Misión del Real. En ese sitio quedó abandonada la motocicleta que traía el objetivo de los criminales y cuatro casquillos de arma larga, al parecer calibre .223, disparados con un fusil de los popularmente llamados AR-15. El lesionado identificado como “El Piolo” puso tierra de distancia a toda carrera y de esta forma salvó de morir. No fue localizado ni por las autoridades policíacas, aunque al anochecer se conoció que había ingresado un herido de bala a un nosocomio, no descartándose que se tratara de él. Esto lo averiguarían las autoridades… A RAÍZ DE ESTE suceso resulta por demás inexplicable el por qué la secretaria de la Marina no termina de una vez por todas de “limpiar” el municipio de Cajeme de entes criminales que son los verdaderos responsables de estas embestidas. Nadie se explica como en otras poblaciones de la entidad, tanto hacia el sur como al norte de la entidad, implementan fuertes operativos por tierra y aire para ir por buscados presuntos delincuentes y en Cajeme no lo hacen. Bueno fuera que les llegara la voluntad suficiente a estos señores que deben ser encabezados por el comandante de la IV Región Naval, almirante Raúl Pérez Vázquez, para sacar de circulación a estos especímenes. Se aseguran que por momentos han estado cerca de las guaridas de estos individuos, sobre todo cuando se dedican a realizar recorridos a pie como lo han hecho en colonias como Nueva Palmira, Sonora, Valle Dorado, Maximiliano R. López y otras enclavadas en el sur de Ciudad Obregón. Resultaría fundamental que el mismo titular de la secretaria de la Marina, José Rafael Ojeda Durán, girara instrucciones muy precisas para que personal a su mando se encargará de esta tarea que, en lo personal, no consideró complicado más por el tiempo que ya tienen trabajando aquí, además que cuentan con un gran aliado y compañero para esa misión como lo es el capitán de navío, Claudio Cruz Hernández, quien se ha anotado buenos reveses contra la delincuencia. Insisto, todo se gravita en la voluntad de accionar sigilosamente como acostumbran hacerlo los marinos, así que habrá que esperar que sucede en los días que están por venir… HACE DOS SEMANAS comentaba que el robo de vehículos y accesorios como neumáticos y rines que se estaban registrando en el perímetro del hospital del Seguro Social se iba a terminar cuando el comandante del cuadrante uno, Roberto Carlos Catarino Hernández Morales, se pusiera las pilas con personal a su mando y el pasado fin de semana así lo hizo y capturó al presunto responsable de esas raterías. Se trata de un residente de la misma colonia Bellavista, quien se encargaba de desmontar neumáticos y rines a automóviles, principalmente, porque son de menor de peso y los dejaba “embancados” sobre bloques de cemento. Al momento de su arresto el tipo tenía consigo varias llantas y rines que había obtenido como botín de sus raterías. Una vez más, quedó demostrado que cuando hay empeño y ahínco no se requiere de complicarse mucho la vida para alcanzar los propósitos… JUSTAMENTE personal a su mando, por igual, la noche del lunes, le echaron el guante a un sujeto que venía del ejido Francisco Javier Mina, Campo 60, municipio de Bácum, a asaltar tiendas de conveniencia y se regresaba tranquilamente con varios pesos mal habidos, pero los avezados agentes Paolo Gutiérrez Corral y Rafael Omar García López, se encargaron de sacarlo de circulación. “El angelito” traía un cuchillo de casi medio metro de largo para cometer otra de sus fechorías y fue detenido en calles Meridiano y 300. Se dijo que cometió casi una docena de atracos contra autoservicios de septiembre del año pasado a la fecha. De seguro que va a pasar buen tiempo para que vuelva a sus andadas porque lo esperan las sombras del presidio. También la madrugada de ayer cayeron dos individuos con una pistola calibre 9 milímetros. Viajaban en una motocicleta, por lo que no hay que descartar que pudieran tratarse de motosicarios y tener en su haber algunos asesinatos, pero eso ya le corresponderá a la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) investigarlo… Más delante les comparto los buenos comentarios que generó la propuesta que se planteó para que el ex subprocurador de justicia, Carlos Castillo Ortega, regresa ahora a la fiscalía estatal, pero como titular, dada su amplia y probada honestidad, como bien lo comentó el buen amigo ex emepé, Guillermo Estardante Von… Luego seguimos, Dios mediante.

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