La diversificación de cultivos estaría incompleta si antes de sembrar el productor no se tiene un diagnóstico del suelo, lo que implicaría daños a futuros a la producción, informó el Centro International de Mejoramiento de Maíz y Trigo (Cimmyt).
Según el organismo un análisis de suelo permite conocer el nivel de compactación, capacidad de retención de agua y necesidades de fertilización, entre otros.
La información obtenida a través de esta práctica es esencial para hacer un manejo adecuado de la parcela y de los cultivos que se han de establecer en ella.
Así mismo, menciona que, un determinador de compactación, otro de pH y uno más de la conductividad eléctrica de los suelos le permiten medir el nivel de deterioro de una parcela antes de que un productor la siembre.
Cabe señalar que, según los estudios gran porcentaje del hectareaje del Valle del Yaqui, presenta graves daños de deterioro, por los agroquímicos que se han utilizado en los últimos años.