Óscar Félix / MO
“No pedimos nada y esa persona ya está perdonada ya que Dios finalmente es el único que va hacer justicia’’, expresó con dolor la hermana de la señora María del Rosario, quien el viernes pasado murió a consecuencia de una herida de bala que recibió cuando se encontraba vendiendo dulces en una cancha deportiva.
Consciente de que la muerte de ‘’Charito’’, se ha convertido en una víctima más de lo que está ocurriendo en Cajeme donde la delincuencia ha enlutado a la sociedad, ahora a su familia sólo les queda apoyar a sus tres sobrinos Fernanda, de 22 años, William Alberto, de 17 y Gerardo quien cumplirá apenas 16 años.
‘’Nosotras no queremos saber quién fue el que disparó porque finalmente eso no nos devolverá la vida de mi hermana simplemente le pido a las autoridades que pongan un poquito más de control y que se aboquen a ver toda la situación que está pasando aquí en ciudad Obregón’’, agregó la señora.
‘’Yo vivo en Hermosillo y cada vez que vengo para acá me da temor venir, porque pensar que no sabes en qué momento te puedo tocar una bala perdida en cualquier lugar’’.
Y es que ya no vienes con aquella seguridad como antes que disfrutabas hoy ya no es así entonces eso es lo más importante que las autoridades vieran eso y que uno se diera cuenta que algo están haciendo y no sentir que estamos desprotegidos y que posiblemente puedan estar coludidos con todo lo que está pasando y no nada más aquí en Obregón en Sonora y en México.
María del Rosario recibió el sábado pasado una misa de cuerpo presente en la capilla ‘’María Madre’’ y luego un homenaje en la cancha deportiva ubicada por la calle Chapultepec entre Coahuila y Zacatecas de la colonia Cortinas.