Los canadienses se preparan para lo que podría ser la tormenta más fuerte en tocar la costa de su país.
El huracán Fiona ha azotado el Caribe, se pronostica que rozará las Bermudas como una peligrosa tormenta de categoría 3 y no muestra signos de que vaya a desacelerar antes de llegar a Canadá el sábado por la mañana.
“Esta podría ser la versión canadiense del huracán Sandy”, dijo Chris Fogarty, meteorólogo del centro de huracanes de Canadá, señalando el tamaño y la intensidad de Fiona y su combinación de características de huracán y tormenta invernal. El huracán Sandy afectó a 24 estados y a toda la costa oriental, causando daños estimados en US$ 78.700 millones.
Fiona se encontraba este jueves por la mañana a unos 1.900 kilómetros al suroeste de Halifax, Nueva Escocia, pero esa zona ya se está preparando para un impacto raro e histórico.
“Tómenlo en serio porque vemos en nuestros mapas meteorológicos cifras que rara vez se ven aquí”, afirmó Fogarty.
Se espera que Fiona llegue al Atlántico canadiense el viernes por la noche, pero la región empezará a experimentar un deterioro de las condiciones a primera hora del viernes.
“Fiona es puramente un huracán en este momento. A medida que comience a interactuar con un sistema de clima frío y una corriente en chorro, hará la transición a una supertormenta con características tanto de huracán como de ciclón otoñal fuerte con vientos huracanados, lluvias muy intensas y grandes marejadas y olas”, explicó Tang.
El Centro Nacional de Huracanes pronostica que la tormenta “seguirá produciendo vientos huracanados mientras atraviesa Nueva Escocia y se adentra en el Golfo de San Lorenzo”. De hecho, la tormenta podría seguir produciendo vientos de más de 160 km/h cuando toque tierra.
Nueva Escocia, la Isla del Príncipe Eduardo y el oeste de Terranova podrían recibir hasta 152 mm de lluvia, y algunas zonas hasta 254 mm. Esto podría provocar importantes inundaciones repentinas.
“Queremos que la gente se lo tome muy en serio y esté preparada para un largo periodo de cortes de suministro y daños estructurales en los edificios”, explicó Fogarty.