MOSCÚ. Mientras continúan las protestas furiosas en el interior, el gobierno teocrático de Irán hace alarde de su poderío militar en el exterior al proveer drones a Rusia que matan a civiles ucranianos, realizar ejercicios militares en la frontera con Azerbaiyán y bombardear posiciones kurdas en Irak.
Con ello, los gobernantes de Irán tratan de alentar el apoyo de los intransigentes en el país en medio de las protestas por la muerte de Mahsa Amini, de 22 años, a manos de la policía de la moral el 16 de setiembre.
También le recuerdan al Medio Oriente y Occidente que el gobierno de Irán está dispuesto a emplear la fuerza en el exterior y el interior para conservar el poder.
El riesgo de desestabilización aumenta con el programa nuclear iraní. Teherán ya tiene suficiente uranio altamente enriquecido para fabricar una bomba atómica si lo desea, y sigue produciendo más tras el derrumbe de las conversaciones en torno a los restos de su acuerdo con las potencias mundiales.
Videos desde Irán publicados online muestran a gente de todos los sectores y edades, desde niños en edad escolar hasta abuelos, participando de las protestas que según los activistas se han extendido a un centenar de ciudades desde la muerte de Amini. Mujeres se quitan el hiyab —el velo de uso obligatorio en público— tanto en las manifestaciones como en la vida cotidiana en Teherán.
Las amenazas de arresto, golpizas e incluso la violencia letal por las fuerzas de seguridad no han calmado la furia en medio de las penurias económicas. Grupos de activistas dicen que hay miles de detenidos y más de 200 muertos.
El gobierno ha respondido con contramanifestaciones, en Teherán y otras ciudades, de hombres que ondean banderas y mujeres vestidas con el chador negro que las cubre de pies a cabeza.