Bécker García
Osorno
El pasado 20 de diciembre, publiqué una colaboración para Medios Obson, donde hablaba de una entrevista que Diego Osorno le realizó a Guillermo Padrés y, como al término de su columna, escribió que continuaría, pues yo me comprometí a darle seguimiento. Sin embargo, veo que el periodista regio publicó otra columna, sin tocar el tema de la lucha por el agua en Sonora.
Yo no sé si alguien le comentó que las declaraciones de Padrés estaban llenas de imprecisiones y mentiras, pero pues, no ha seguido con la entrevista y, mientras no lo haga, yo tampoco.
Gracias.
2022 EL AÑO COMPLICADO
Habrá muchos (muchísimos) que afirmen que el 2022 fue un buen año para México, aduciendo que, el peso está fuerte (no ha habido devaluación), la inflación no es como la de los ochentas (con escaladas de tres cifras), que la violencia fue menor que la del 2021, y, que, en realidad nos fue bien a los y las mexicanos.
Puede que tengan razón, pero, hay que entender que el peso está fuerte en gran parte por la inyección de dinero de parte del gobierno, lo que ha provocado que las reservas de varios cientos de miles de millones de pesos, se hayan desvanecido (y ya no hay mucho de dónde tirar), además las remesas enviadas desde Estados Unidos han crecido más que nunca; en cuanto a la inflación, llamada el impuesto de los pobres, ha pegado sobre todo en la clase media y baja, como no ocurría desde el año 2,000 y, cualquier ida a comprar alimentos a un supermercado, nos asusta de lo que crece día con día el adquirirlos; en cuanto a la violencia, pues sí, puede ser que haya cedido un poco comparada con el año anterior, pero, eso no significa que haya desaparecido y menos, que quienes la observamos no nos asuste, porque, ¿qué tanto es poquito para alguien que pierde un ser querido por culpa de esta?
Nunca falta alguien que escriba aquí debajo (con insultos, obviamente), que Andrés Manuel López Obrador tiene el nivel más alto de aceptación desde que se miden los presidentes y eso es en parte cierto, aunque sea de una manera inflada. Me explico; ¿cómo no habría de tener altos niveles de aceptación alguien que regala dinero sin ton ni son? No pues, ni Santa Claus.
Pero tampoco es cuestión de que, AMLO está muy por encima de la calificación que, a 48 meses de gobernar, le otorgaron los mexicanos a varios expresidentes! La página web www.Oraculus.mx, a ese nivel en el tiempo, le otorgaba a Ernesto Zedillo 60% de aprobación (solamente 1 punto porcentual debajo de AMLO), a Felipe Calderón 57%, a Fox 56% y jodido Peña con un 23%. ¿no me creen? Visiten la página y entonces platicamos.
Pero pasa algo que quizá no estamos observando bien. Nunca como ahora se había repartido tanto dinero entre los que menos tienen y, eso tiene como consecuencia lógica una alta aceptación entre aquellos a quienes les toca una dádiva.
Es tan cierto lo anterior, que, justamente el fin de semana se hizo viral un vídeo donde, supuestos miembros de Cártel Jalisco Nueva Generación, en estos días navideños, reparte juguetes, dulces y despensas entre la población de Zapopan y Puerto Vallarta, a lo cual el Presidente dijo en su mañanera: “No se dejen manipular, eso no es bueno, aunque les den despensas, eso no es de buena fe, eso es para usar de escudo al pueblo”, y, con ello, acepta tácitamente que repartir dádivas, tiene el trasfondo de ganar aprobación.
¿Será acaso que AMLO no quiere competencia?
Es claro que, como fenómeno cultural y social, repartir dinero por parte de quien sea, va en contra de una economía que debería de crecer en base al empuje y al trabajo, y, esto no sucede con el ejército de beneficiarios del dinero público que impulsa Andrés Manuel.
Pero, además, es claro que cada día el gobierno tendrá menos margen maniobra porque el dinero no es infinito y, en el 2023, o se endeuda más o recorta sus gastos, lo cual provocaría de nuevo una desaceleración económica.
Y la prueba es que, cada vez existen menos personas que deseen trabajar, porque se conforman con el dinero que les da el gobierno para ir sobrellevando la vida. Con eso les alcanza, pero, hay un horizonte que no se ve, cuando los becarios terminen su escuela, cuando los adultos mayores (ahora tan queridos por el resto de la familia gracias a la feriecita que les dan) cumplan con el ciclo de la vida, tod@s quienes aprovecharon esos momentos de economía ficticia, ¿qué harán?
Lo dicho, el 2022 no fue un buen año para México, y, solamente hay que esperar que el 2023 no venga igual, para que nos vaya bien a tod@s.
Gracias.