Miguel Ángel Vega C.
Tiro cantado entre AMLO y Creel
Vaya que la confrontación que se está dando en las últimas horas, entre el presidente de la República, ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR y el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, SANTIAGO CREEL MIRANDA, se puede calificar de pronóstico reservado y no tanto por la actitud del mandatario, que está acostumbrado a denostar a quien le pega la gana desde el foro a su disposición, con costo a los mexicanos, de la Conferencia Mañanera, sino porque nunca habíamos advertido tan enchilado al legislador panista y vaya que se caracteriza por ser un hombre serio, de talento y muy reservado, pero esta vez el tabasqueño le sacó el tapón, como dicen en mi pueblo. Y todo comenzó en la conferencia mañanera donde el presidente AMLO dijo textualmente: “Sí, yo tuviera más dinero que LORET DE MOLA o que CLAUDIO X. GONZÁLEZ, o que NARRO o que CREEL, o que la mayoría de ellos, si yo me hubiera dedicado a robar como ellos, no podría yo encabezar con el apoyo de millones de mexicanos una transformación como la que se está llevando a cabo”. Esto bastó para que a don Santiago se le subiera el azúcar y le respondiera lo siguiente: “Lo que hoy en la mañana dijo el presidente es una infamia. Es un desagradecido y es un mentiroso y es muy grave porque no lo dice ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, lo dice el jefe del Estado Mexicano, que merece todo mi respeto por su investidura, pero no por lo que está diciendo, presidente no caiga tan bajo”. Y agregó el diputado federal panista, que, si el gobierno federal quiere investigarlo, que lo haga, no tiene nada que temer porque asegura que su patrimonio es el mismo de hace 30 años. Dice Creel que lo que más le lastima es lo malagradecido que es presidente AMLO porque hace unas tres décadas le dio asesoría jurídica gratuita, hasta lo invitó a su casa. Agregado textualmente: “No es justo que por diferencias políticas me difame a mí o a mi familia. Y más cuando pidió mis servicios como abogado, y por supuesto que fue pro bono y pro bono quiere decir que no le costó un peso y le dediqué año y medio al estudio de sus casos jurídicos”. E insistió Creel Miranda: “A mí me da mucha pena que el presidente siga en una actitud bélica, en una actitud difamadora y en una actitud de división del país”. Finalizada la respuesta de Creel, le diremos que además de penoso, es pura pérdida de tiempo para los mexicanos que su presidente se enfrasque en este tipo de enfrentamientos totalmente innecesarios, cuando hay tantos temas importantísimos que atender en el país, porque tiene que ver con el verdadero bienestar de la gente, como la inseguridad, la economía, la salud, entre otros, que andan por la calle de la amargura, como para que se ande enfrascando en dimes y diretes como este, de tan bajo nivel, comparables con mitotes de lavadero. Pero si eso se le hace poco, ahí le va lo que le respondió ADRIÁN LEBARÓN, a quien también atacó el presidente en su conferencia mañanera, por haber participado a la marcha multitudinaria del pasado domingo, que sin duda pisó dos que tres callos y de ahí viene ese coraje, ese rencor y esa actitud bélica del mandatario. Por lo que le respondió: “Presidente sabe por qué participé, yo fui porque quiero un INE bien fuerte, que no tenga ningún pretexto y que yo y todos los mexicanos podamos exigirle que sea capaz de ponerle candados al crimen organizado. Que ningún criminal tenga la oportunidad de ser autoridad ante las votaciones. A mí me hubiera encantado que su reforma electoral fuera “antimafias”, que cerrará el camino a los cárteles que ponen candidatos, pero no, solo se centró en adelgazar el aparato electoral. Y ojo con esto que le dice: “Usted ya llegó enojado a la presidencia y no me quedo con ganas de decirle, eso nunca le va dar la paz que necesita, presidente usted ya se va hombre, no nos deje divididos, reitero, deje el campo fértil para reconciliarnos”. Le reconozco lo que ha hecho bien, pero no voy a dejar de señalarles las faltas que ha cometido, vámonos a las comunidades apartadas para que vea realmente lo que es inseguridad que de supuesta no tiene nada……….. Y a propósito de cosas muy mal hechas, fue hasta 48 horas después de la masacre de jóvenes que protagonizaron soldados del Ejército Mexicano, en Laredo, Tamaulipas, que reaccionaron el gobernador AMÉRICO VILLARREAL, la propia SEDENA y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH). Y nos queda la sospecha que la demora fue para ponerse de acuerdo cómo actuarían en plena concordancia para minimizar el caso, para de ser posible salvar a los cuatro soldados que dispararon sus armas y hacer las cosas a su conveniencia. Sin embargo, hay puntos que los delatan y les complica hacer las cosas a su manera, como, por ejemplo: La declaración de uno de los jóvenes sobrevivientes que asegura que ni iban a exceso de velocidad, ni llevaban armas y mucho menos atacaron a los soldados, si no llevaba ni una resortera siquiera. Están en su contra también algunos videos de domicilios cercanos a los hechos, donde se ve que tal exceso de velocidad no existió nunca. El boletín emitido por la Sedena, donde dice que los soldados reaccionaron disparando debido a un estruendo que escucharon. Claro cuando la camioneta chocó con otro auto porque el chofer ya iba herido de muerte. Los artículos de la ley de uso de armas, que indican que ellos no deben de disparar en tanto no adviertan una amenaza real, que en este caso no se vio por ningún lado. El tiro de gracia que les dieron a algunos de los jóvenes agonizantes ya en el suelo, lo que indica un evidente exceso en el uso de la fuerza. Habrá que esperar la actitud de la Sedena, de la Fiscalía General de la República (FGR) y de la CNDH, que como bien sabemos tanto ALEJANDRO GERTZ MANERO, como la señora ROSARIO PIEDRA IBARRA, son personajes que trabajan a los pies del presidente López Obrador. Su desventaja es que actualmente la gente está muy informada, subsiste una sociedad muy abierta y combativa, capaz de dejar en evidencia cuantas fallas se vayan cometiendo en este y otros casos, como el hecho de que una grúa de la Sedena, remolcó la camioneta baleada, lo que denota una intención de borrar evidencias y testimonios, que deben ser parte de la carpeta de investigación, elaborada estrictamente por autoridades ministeriales.