“Los homosexuales no tienen un espacio en Uganda”, dijo el parlamentario Musa Ecweru tras un debate que dejó como conclusión que, en Uganda, a partir de la fecha, la homosexualidad será castigada con pena de muerte. En medio de las opiniones en rechazo a esta decisión, que califican la determinación como un retroceso en la protección de los derechos humanos, es importante resaltar que esta nación africana no es la única en la que esto ocurre, de hecho, son varios los países en que las relaciones entre personas del mismo sexo son consideradas ilegales.
Según el presidente de Uganda, Yoweri Museveni, ser gay sería una moda proveniente del occidente del mundo, además de ser una ‘desviación de lo normal’, entendiendo lo normal como una sociedad totalmente cisgénero y heterosexual. Con cifras registradas hasta diciembre del 2022, los actos sexuales entre personas del mismo género pueden ser castigados con pena de muerte en las capitales de 11 países. En cada país el castigo se da bajo el argumento de diferentes delitos. Una persona homosexual, dependiendo las reglas de su lugar de origen, puede ser castigada por “crimen antinatural”, “sodomía” o “actos homosexuales”.
Las penas que pagan las personas que son condenadas pueden ir desde ser privados de su libertad en prisiones, ser sometidos a la horca, ser lapidados o hasta decapitados. En Irán y Arabia Saudita, por ejemplo, la pena de muerte es un castigo para las personas homosexuales. Por el otro lado, según cifras registradas hasta el último mes del año pasado, en 68 países del mundo, ser gay es considerado un delito.
A raíz de lo ocurrido en Uganda, desde Estados Unidos se le pidió al presidente frenar la ley que criminaliza a la población sexualmente diversa. “La ley anti-homosexualidad aprobada por el Parlamento de Uganda socava los derechos fundamentales de todos los ugandeses y podría revertir los avances en la lucha contra el VIH/sida”, comentó, a través de su cuenta de Twitter, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken.
El funcionario le pidió al presidente de Uganda “reconsiderar seriamente la implementación de esta legislación”.
Es de destacar que aquella ley fue aprobada tras un debate de aproximadamente seis horas. La propuesta tuvo un apoyo del 73% de los funcionarios votantes. “El objetivo del proyecto de ley era establecer una legislación integral y mejorada para proteger los valores familiares tradicionales, nuestra cultura diversa, nuestras creencias, prohibiendo cualquier forma de relaciones sexuales entre personas del mismo sexo y la promoción o el reconocimiento de las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo”, comentó el legislador de la oposición Asuman Basalirwa.