El gobierno mexicano ha expulsado a menos migrantes, pese a que los flujos siguen altos y el número de extranjeros irregulares llegó a niveles históricos.
De enero a febrero pasados fueron deportadas 12 mil 248 personas originarias de América, 25% menos respecto al promedio de expulsadas en el primer bimestre de los últimos seis años (16 mil 395), revelan datos del Instituto Nacional de Migración. A esto se suman cifras récord de extranjeros en situación irregular, que a febrero eran 70 mil 526, 48% más respecto al mismo periodo de 2022.
Para Eunice Rendón, experta en migración, México ha pasado de ser un país de tránsito a ser un destino.
Esto, dijo, obligado por políticas estadunidenses como el Título 42, que avala la expulsión inmediata de quienes crucen ilegalmente.
La extinción de esta política, prevista para mayo, provocaría un aumento de los flujos en meses próximos, ya que los migrantes creerán que podrán entrar a EU, explicó. Rendón también destacó el alto número de solicitudes de refugio que los migrantes tramitan en México, de más de 100 mil anuales en tiempos recientes, cuando en 2014 sólo fueron tres mil 500.