Fabiola Navarro / MO
La escultura del danzante Yaqui tallada en el tronco de un árbol en la plaza de Cócorit, se mantiene inclinada con las raíces levantadas, lo cual representan riesgo para quienes transitan por el lugar diariamente.
La obra de 6 metros de altura, hecha por el artista Francisco Salazar Armenta, ha levantado el concreto y cada vez se va inclinando más, de acuerdo a vecinos del pueblo.
Desde hace meses, el escultor ha señalado que se requiere de una grúa para enderezar el tronco en el que también fueron talladas las figuras del Espíritu Santo y el Sagrado Corazón.
Sin embargo, al llamado del artista para que la ciudadanía apoye y la obra permanezca en el sitio, pocos se han sumado.
En tanto, Francisco Mendoza Calderón, Director Municipal de Protección Civil, destacó que inspeccionaría el sitio.