Deniss Cabrera

Llegó diciembre y sus antojos, siendo los buñuelos bañados en miel de piloncillo, un postre que no puede faltar en los hogares, pues su sabor ya forma parte de los tradicionales platillos navideños.

Servidos en un plato hondo y bañados con miel caliente es como se disfruta esta botana, que además de hacer recordar momentos en familia a quien la comen, tiene una historia que data de hace más de dos mil años.

Y es que esta fritura de harina tiene su origen en países como Turquía o Egipto, donde se comían bolitas de masa frita con miel, combinación que emigro a España con los buñuelos de viento, para llegar a México durante la conquista.

Los buñuelos en México, a diferencia de otros países, son a base de masa frita como una tortilla de harina, tiene diversas presentaciones, ya sea espolvoreado con azúcar o bañados en miel de piloncillo, clavo y canela, e incluso en el recetario escrito pro Sor Juana Inés DE LA Cruz existen tres recetas de este alimento.

No hay rincón de México que se escape de los buñuelos: en Baja California Sur, por ejemplo, se preparan con miel de piloncillo y guayaba y en Chihuahua se comen con queso, mientras que en cada familia se le pone su toque especial a esta preparación.

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