Dayan Lagarda

EL TIEMPO

En base a la expedición de permisos del Distrito de Riego del Río Yaqui, hay aproximadamente 160 mil hectáreas autorizadas para la siembra de trigo en el Valle del Yaqui, donde 136 mil son para la clase dura y 23 mil 971 para la harinera.

De entre estas dos variedades, también se dividen en el tipo de semilla a sembrar, por ejemplo, en el campo sobresale la Cirno con 116 mil 952.2 de Cirno, seguida de la harinera Borlaug con 19 mil 345.4, doce mil 769.4 de Don Lupe, 4 mil 626.5 de Ciano M y 3 mil 955.7 de Quetchehueca.

Por otra parte, las de menor siembra son la semilla Ceneb con mil 525.8 hectáreas, 702.5 de Faustino, 360 de semilla Noroeste, 266.7 de Bayoyeca, 31 de PD Chanate y 21 de PD Sahuaro.

Hasta el momento van alrededor de 100 mil hectáreas sembradas de este cereal prevaleciendo su versión cristalina con un 85% y el restante para el trigo blando.

Cada variedad tiene un mercado diferente, pues mientras que la panificable va a la industria molinera para la creación de harinas para panes, galletas, entre otras; las cristalinas se dirigen al mercado de las pastas tales como: espagueti, macarrones, sopas secas e incluso como alimento para ganado.

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