Martín Alberto Mendoza / MO

Seis personas, entre éstas tres mujeres y tres hombres, en su mayoría adolescentes fueron asesinadas, la madrugada de este viernes en una fiesta que celebraban en la colonia Cajeme.

El impactante episodio, sin precedentes, en Ciudad Obregón, se produjo a eso de la 1:40 de la mañana, en Pedro María Anaya entre Pascual Orozco y Carmen Serdán.

La convivencia era amenizada por una discomóvil que estaba instalada en medio de la calle que se hallaba bloqueada.

Mientras los jovencitos, en su mayoría, se divertían al son de las notas musicales repentinamente arribaron sujetos armados y abrieron fuego contra los concurrentes.

De manera indiscriminada los sicarios accionaron fusiles automáticos y en segundos convirtieron el evento social en una masacre.

Muchos de los asistentes lograron tirarse al piso y otros parapetarse dónde pudieron para no ser alcanzados por las ráfagas de balas.

Trascendió que los tipos abordaban vehículos pick up de color blanco, en los que retiraron hacia el sur de ese sector del nor-oriente de la localidad.

Al mismo tiempo que lesionados que lograron incorporarse y se trasladaron a la Ussi Norte a pedir ayuda, se escucharon más ráfagas hacia el polo sureste de la ciudad.

Quienes lograron ponerse a salvo llamaron al teléfono de emergencias 911 y se activó el código rojo.

Elementos de Policía y Tránsito Municipal que arribaron al sitio donde había llanto, muerte y desolación, hicieron el traslado de los primeros heridos.

Otros fueron llevados en carros particulares al Puesto de Socorros de Cruz Roja y de ahí se les trasladó a diferentes hospitales.

Varios presentaron lesiones de consideración en distintas partes del cuerpo, por lo que se temia que la cifra de fallecidos aumentara.

Otros baleados decidieron retirarse a pie a sus hogares, uno de ellos hasta la colonia Beltrones. Más tarde fue auxiliado por socorristas de la benemérita institución.

INCESANTE, LA AFLUENCIA 

Era interminable vaivén de unidades de emergencias e intenso el ulular de sirenas de patrullas y ambulancias.

En la esquina de las calles Pascual Orozco y Pedro María Anaya, imperaba el caos, angustia y la desesperación conforme llegaban padres de familias.

Bajo intensa tensión, por momentos sostuvieron fuertes jaloneos con policías que les impedían ingresar al escenario de muerte. 

Hubo quienes lucharon cuerpo a cuerpo. Pedían en medio de desgarradores llantos que les permitieran ir a buscar a sus hijos, hermanos y primos.

Pero no fue posible, porque el área estaba intervenida por personal de Servicios Periciales de la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE).

“DEJENME IR A BUSCAR A MI HIJA”

Con lastimoso llanto, una mujer gritaba a policías: “déjenme ir a buscar a mi hija. Quiero ir hasta allá para buscarla”, clamaba.

Otras señoras y jóvenes, por igual forma trataron de traspasar la cinta restrictiva de color amarillo que impedía el paso a carros y transeúntes.

Sin embargo, no lograron su objetivo y ahí en las banquetas aledañas decidieron aguardar y vivir momentos de zozobra e incertidumbre.

Fue difícil burlar la fortaleza que montaron en esa bocacalle elementos de Seguridad Pública Municipal.

SURGEN PRIMEROS NOMBRES

Cerca de las 2:30 de la mañana surgieron los primeros nombres de al menos dos de las fallecidas que quedaron tendidas en el sitio de la masacre.

Se trata de las primas Paola y Camila, ambas de 14 años, cuyos progenitores se hallaban en el área de contención que implementaron policías.

También se conoció que otro adolescente del sexo masculino de similar edad quedó igualmente sin vida en lo que se convirtió en una trinchera de muerte.

El ir y venir de familiares de las víctimas no cesó por el contrario se congregaron cerca de cincuenta personas.

¿DÓNDE ESTÁN FAMILIARES?, PREGUNTÓ PERITO

Cerca de las 3:00 de la mañana, un perito de la fiscalía preguntó que dónde estaban los familiares de las victimas.

Al reunirlos les mostró algunas imágenes para tratar de que los identificaran y en ese momento se volvieron a escuchar desgarradores gritos de dolor de las madres de las adolescentes.

Incluso una de ellas se puso mal de salud, al sufrir una crisis y fue necesario que socorristas la trasladaran a recibir atención a un centro hospitalario.

De momento, sólo identificaron a Paola y Camila. No sé conoció el nombre de las otras víctimas, al menos en ese sitio.

TARDÍA REACCION DE GUARDIA NACIONAL

Al filo de las 3:15 de la mañana arribó decenas de elementos de la Guardia Nacional pese a que su cuartel se localiza a escasos metros del sitio de la múltiple inmolación.

Se movilizaron en dos camionetas de las llamadas “rápidas” y un camión, para hacerse cargo de resguardar el área de los hechos.

Hubo quienes musitaron: “ya para qué”, al hacer alusión que su siempre se requería desde mucho antes.

PRIVAN DE LA LIBERTAD A UNO

Poco antes de las 2:30 de la mañana, cuando en el lugar se hallaban congregados varios agentes policiacos, se reportó una privación ilegal de la libertad.

El delictivo suceso ocurrió por el bulevar Abelardo L. Rodríguez, señalándose que los presuntos abordaban un pick up blanco.

No se revelaron detalles de la víctima ni más pormenores del “levantón” ocurrió en la misma colonia Cajeme relativamente cerca del sitio donde se perpetró el horrendo capítulo criminal.

Finalmente se advirtió que los cadáveres de las víctimas fueron levantados y trasladados en dos vehículos del Servicio Médico Forense (Semefo) al anfiteatro.

Contenido para mayores de 18; se recomienda discreción.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *