Dayan Lagarda / MO

A un año de que el Instituto de Movilidad y Transporte para el Estado de Sonora (IMTES), realizara una prueba de autobuses eléctricos que revolucionaría el servicio en Cajeme, la situación permanece igual o peor que en aquel entonces.

La idea era dar un recorrido experimental y ver su funcionalidad, donde un grupo de personas lo abordaría para ser encuestadas sobre el servicio de dicho vehículo eléctrico, que según era el primero de dos, pero este último supuestamente de gas, jamás se mostró a la luz, por lo menos en este municipio.

Cabe resaltar que, en ese año, Javier Gómez, director regional del IMTES, señaló que el costo de pasaje se decidiría en base a las pruebas que se realizaron, así como de las respuestas de los pasajeros, que incluían preguntas de comodidad, detalles de la unidad, entre otras.

Ante esto, los concesionarios también dieron su punto de vista, remarcando que dichas unidades no estaban diseñadas para una ciudad como Obregón pues su infraestructura, el vandalismo y el diseño del mismo autobús, eran limitantes para su función.

Aún no se sabe si la opinión de los concesionarios influyó, si las respuestas de los pasajeros fueron malas o simplemente no pasó la prueba del recorrido, la verdad es que, a 365 días de la prueba, el usuario sigue insatisfecho con el incumplimiento al servicio de transporte.

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