Milton Martínez Estrada

La democracia inacabada en la Unison

La elección en la Universidad de Sonora ha dado un sinnúmero de giros en su trama para definir la nueva rectoría 2025-2030.

Les platico que el pasado 26 de marzo, la comunidad universitaria, integrada por alumnos, administrativos y académicos, emitieron su voto para elegir una terna entre los aspirantes.

De allí, que, tras el cálculo de voto ponderado, Dena María Jesús Camarena Gómez obtuvo el 39.55%, Cuauhtémoc González Valdez el 28.70% y Aarón Aurelio Grageda Bustamante el 19.56%.

La información nos dice que 14 mil 789 alumnos emitieron su voto, representando un 43.46% del universo total de matriculados; también participaron mil 143 administrativos, que equivalen al 52.96% de esta plantilla laboral; y mil 790 académicos ejercieron su derecho al voto, que significan un 70.3% de todos los docentes.

¡En total se contabilizaron 17 mil 722 votos de manera electrónica, entre los cuales se registraron 491 votos nulos! Casi la mitad (45.7%) de la comunidad universitaria participó en esta votación o consulta.

Hasta aquí las cosas iban más o menos bien. Todo proceso democrático es cuestionable o como en este espacio de información nos gusta decir: “De la democracia se puede decir todo sin temor a equivocarse”.

Poniendo como ejemplo nuestras elecciones constitucionales, el resultado de la elección definiría al ganador, pero en la legislación universitaria, estos resultados sólo definen quiénes son los tres mejores que pasan a la siguiente ronda.

Los integrantes de la terna (Dena, El Cuau y Aarón) debieron presentar, a más tardar el 31 de marzo, un documento ampliando su propuesta de Plan de Desarrollo Institucional para el periodo 2025-2030.

Posteriormente, el 8 de abril, el Colegio Universitario se instalará en sesión permanente para escuchar las exposiciones de los integrantes de la terna y proceder a la elección de la persona titular de la Rectoría.

Es aquí que se empieza a enredar todo como sopa oriental porque para los seguidores de Dena Camarena, lo de su presentación al Colegio es mero trámite, por haber obtenido su victoria en la urnas y así nos lo hacen desde el interior de la universidad:  

“Un análisis sencillo, pero ilustrativo [···] En todo proceso democrático, si se reconoce el peso de una auscultación (aceptada por los aspirantes a la Rectoría), ¿cuál sería la razón para que el Colegio Universitario, por unanimidad, no declare como ganadora a Dena Camarena?

“Ninguna. Sin embargo, si no lo hace (por presiones políticas) se corre el riesgo de vulnerar el proceso y dar al traste con una elección que se ha demostrado fue democrática, inclusive alabada por el gobernador, Alfonso Durazo”.

Pero esta opinión es solo una óptica en este complejo proceso de elección. El pasado 1 de abril, cuatro de los aspirantes a la rectoría, se unieron para enfatizar que, no obstante, Dena Camarena obtuvo la mayoría de los votos en la consulta, existe un 60% que no la eligió.

Me voy a permitir hacer una reflexión en el presente escrito porque a esto nos referimos de la democracia inconclusa en la Unison, porque si el proceso de elección no es contundente, se presta a múltiples valoraciones.

Y como el voto popular solo definió a una terna que pasa a la siguiente ronda, pues el Colegio Universitario tiene que prestar oídos a todas estas expresiones, porque son ellos quienes elegirán a la próxima persona en rectoría.

Ustedes se preguntarán, bueno, y pues quiénes son los integrantes del Colegio Universitario. Les contesto que son 138 personas, representantes del alumnado en cada departamento, la rectora, los jefes de departamento, los representantes académicos, administrativos; de la secretaría general académica y de la dirección administrativa.

De los 138, solo 130 tienen derecho a voz y voto, por lo que serán estos quienes tendrán la última decisión. A ustedes que les encantan las matemáticas: 66 es el número de votos que debe obtener cualquiera de los tres aspirantes para lograr la victoria. 

Recuérdenlo bien: “El 66 es el número mágico (para bien o para mal)!”

Entonces, como ya les adelantaba, cuatro de los aspirantes a la rectoría se unieron para decirle al Colegio Universitario, que la victoria de Dena Camarena no debe ser en automático, sino que se deben evaluar todos los proyectos académicos presentados.

Cuauhtémoc González Valdez, Aarón Aurelio Grageda Bustamante, María Elena Robles Baldenegro y Judith Celina Tánori Córdova, los cuatro aspirantes unidos demandaron que el Colegio Universitario actúe con “responsabilidad histórica y ética, y elija una opción que represente el cambio transformador que la mayoría de la comunidad ha plasmado en las urnas”.

Cuauhtémoc González destacó que este es un momento clave para consolidar un proyecto que rescate los valores de democracia, equidad y dignidad dentro de la institución, garantizando que la universidad responda a los cambios sociales que demandan México y Sonora.

Los cuatro aspirantes firmaron un documento con un par de consignas: “Reiteramos nuestra oposición a cualquier intento de imposición que pretenda perpetuar el actual modelo de administración, y exhortamos al Honorable Colegio Universitario a honrar su compromiso con la comunidad y tomar una decisión en favor de la transformación universitaria”.

Vientos de guerra se pronostican en la universidad. Podría decirse que huele a democracia, pero también se olfatea un fétido aroma de imposición.

Importante leer aquí también:

Esto es el 1, 2, 3, de la información en Medios Obson, porque estamos en las tres principales ciudades de Sonora: Cajeme, Hermosillo y Nogales. ¿Qué mejor propuesta informativa quieren ustedes? Esta también es La Siguiente Pregunta. Os quiero. 

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