Miguel Ángel Vega C.

El autoinfligido desabasto de medicamentos en México

La terrible historia del desabasto de medicamentos en México, es un indignante relato de un desastre auto infringido, producto de pésimas decisiones, soberbia política y una obsesión mal entendido y dirigida por combatir la corrupción del ex presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR y su equipo de incondicionales como el llamado ‘Doctor Muerte’ HUGO LÓPEZ GATELL RAMÍREZ, de quienes ya no entendemos si eran ignorantes del fracaso que les esperaba, o sabían perfectamente que iban directos al abismo, pero no se lo decían, porque sabían de la necesidad y terquedad de su jefe, que no cambiaría de parecer, por más sabios que fueran los consejos. Pero lo más grave es que después de años de afectar a millones de pacientes, la solución planteada por el gobierno federal terminó convertida en el problema. Un esquema de corrupción que hoy tiene a la empresa BIRMEX a cargo del general del Ejército JENS PEDRO LOHMANN ITURBURU y sus funcionarios bajo la lupa, por un desvío de nada menos que 13 mil millones de pesos, algo muy cercano al caso SEGALMEX, con IGNACIO OVALLE a la cabeza y que fue el sello de uno de los principales casos de corrupción acompañada de impunidad que marcó el sexenio de López Obrador. Todo comenzó en el periodo de transición del gobierno de ENRIQUE PEÑA NIETO al de AMLO, cuando este decidió equivocadamente desmantelar el sistema consolidado de compras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), que había logrado ahorros por más de 21 mil millones de pesos en cinco años, pero eso no contaba para el nuevo mandatario de aquellos tiempos, sino que se trataba de quitar a la jodida a todo aquello que oliera a PRI, como decíamos, por venganza política y un rencor enfermizo, que vinieron a desmantelar por completo el sistema de salud en nuestro país. Porque, además, ese sistema de compras consolidadas cubría las necesidades de medicamentos en el Sistema Nacional de Salud, y claro no vamos a decir que era una maravilla, porque sí había que perfeccionar algunas cosas, pero nada que ver con las fallas y el desabasto criminal que se nos vino encima posteriormente, que ha mandado y sigue mandando al panteón a decenas de miles de mexicanos y ha dejado a miles de familias sumidas en la tristeza por la pérdida de su ser querido, por falta de medicamentos. Y entre las causas fundamentales, estuvo y sigue estando la inexperiencia de quienes asumieron la responsabilidad de las compras, que derivó en demora y un abasto insuficiente. Y en mayo del 2019 llegó la segunda gran decisión equivocada por parte del presidente de la república, el suspender el servicio de las tres principales proveedoras de medicamentos, por supuestas prácticas oligopólicas. Las empresas, aunque imperfectas, resolvían las necesidades de medicamentos del gobierno comprando y asegurando las medicinas para el sector público de la salud, que llegaban a clínicas y hospitales. Aquí el gravísimo error fue que AMLO y su 4T, desmantelaron esa red de distribución de medicamentos, sin contar con un plan alternativo, que supliera a los que se fueron, por lo que desde ahí el caos se profundizó. El gobierno intentó corregir la crisis con un tercer modelo, es decir, un acuerdo internacional con la ONU para comprar medicamentos en el extranjero, pero el resultado fue otro fracaso logístico, porque empezaron las entregas y contratos cuestionables. Pero la solución ‘definitiva’, vino acompañada de un nuevo error monumental, el designar a BIRMEX como distribuidora oficial de medicamentos para todo el país. Y para conocer quién es BIRMEX, le platicamos que es una paraestatal que desde el 2013 fue escalando en contratos públicos, que alcanzó su punto máximo en el 2020 cuando se identificó un patrón sospechoso, además de contratos ambiguos y opacos por más de dos mil millones de pesos, bajo el concepto de otras contrataciones. Pero, eso no es todo, porque en ese mismo periodo se descubrió todo un esquema nacional de corrupción, mediante el uso de empresas fantasmas, que, según el informe en cuanto a facturas falsas, Birmex fue la segunda institución que más facturas fantasmas pagó por un monto de 213 millones de pesos en solo 17 meses, así de ese tamaño. Y esta es aquella gran empresa que el Gobierno Federal encabezado por AMLO, decidió colocar al frente de las compras consolidadas con un valor de más de 240 mil millones de pesos. Pero los resultados fueron vergonzosos para un gobierno que pregonaba todos los días desde una conferencia mañana, un combate frontal a la corrupción y la impunidad: Desabasto generalizado, opacidad y ahora corrupción documentada. Hoy mientras los pacientes siguen enfrentando, padeciendo y llorando por sus múltiples padecimientos, la corrupción brota desde adentro del esquema anticorrupción de la 4T, cuyos tres principios fundamentales que no se les caen de la boca son: No robar, no mentir y no traicionar, pero que evidentemente empezando con López Obrador y sus más cercanos ex colaboradores, se los pasaron por el arco del triunfo, burlándose de los mexicanos que todavía creen en ellos. Y es que la revelación de contratos fraudulentos, facturas falsas y desvío de recursos por parte de Birmex, solo confirma que la crisis no fue producto de la herencia neoliberal, ni de monopolios farmacéuticos, como los de la 4t se la quisieron vender al pueblo de México, sino de decisiones improvisadas, ventajosas y de manos inexpertas, pero además teñidas de ideología, término que en salud no tiene nada que hacer. Así que el desabasto de medicamentos, es el precio de haber votado por un gobierno que se ha encargado de destruir instituciones funcionales, concentrar el poder en manos inexpertas y apostar por discursos vacíos en lugar de políticas públicas serias. Es legado de un gobierno que prometió combatir la corrupción, pero con su perversidad sólo logró institucionalizarla y así seguiremos quien sabe hasta cuándo. Pero si nos referimos a los fracasos de la 4T en términos de salud, nos falta mencionar la desatinada decisión de desaparecer de un plumazo el Seguro Popular, que mal o bien, pero funcionaba y daba atención a millones de mexicanos. El fracaso fue tan grande que, por la idea del falso mesías, se creó entonces el Instituto Nacional de Salud para el Bienestar (INSABI) al que le metieron para empezar unos 3,500 millones de pesos, pero en algo así como dos años se dieron cuenta que fue otro rotundo fracaso de la 4T y se vieron obligados a desaparecer por inoperante e ineficiente, dejando más menos a unos 50 millones de mexicanos sin acceso a la salud. Y ya para terminar le citamos el otro fracaso de AMLO, de construir la famosa mega farmacia, que tronó como bomba, yéndose también al cesto de la basura alrededor de 500 mil millones de pesos producto de nuestros impuestos, misma que no sirvió para nada en aquel sueño guajiro de AMLO de utilizarla para acabar con el desabasto de medicamentos. Y al final quedó sirviendo de almacén, solo a dos entidades del país, Hidalgo y creo que el Estado de México. Evidentemente que la presidenta Sheinbaum, están haciendo lo posible por cumplir con el abasto de medicamentos con diversas acciones y no dudamos que lo logre más pronto que tarde, porque sus decisiones no van envenenadas con el rencor y la venganza política, como las que tomó en su momento, el que soñaba con ser el mejor presidente y resultó el peor de todos y por mucho. Su único acierto, fueron los programas sociales que ayuda a los más necesitados y aunque se benefician algunos pudientes, no le hace, pero de ahí en adelante se volvió fracaso tras fracaso en sus proyectos. Y que, por cierto, sigue escondido, que sabe dónde.

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