Dayan Lagarda / MO

El garbanzo sembrado en el sur de Sonora ya se encuentra perdiendo su color verde para dar paso a tono más dorado, presentando un buen desarrollo, significando que está a un paso más de su cosecha, esperando ser rentable para los productores que lo establecieron.

De acuerdo a la Oficina de Información Agropecuaria y Pesquera del Estado de Sonora (Oiapes), en el Valle del Yaqui se otorgaron permisos de siembra para 5 mil 494.47 hectáreas de garbanzo representando el 50% del total de la entidad.

Actualmente en el Valle los rendimientos de este cultivo van de las 1.8 a 2 toneladas por hectárea, rendimientos aceptables para los productores, quienes siembran diferentes variedades como Blanoro, Blanco Sinaloa, entre otros de igual atractivo.

Las fechas de siembra de este grano van desde noviembre hasta febrero y dependiendo en qué fecha se estableció, su producción entra de 4 a 6 meses después de la siembra, aunque la mayoría de los productores prefieren hacerlo en febrero para evitar heladas.

Para seguir fortaleciendo y generando mayores expectativas en dicho cultivo, organismos como Inifap trabajan en nuevas variedades que permitan al productor tener más rentabilidad, además de ser más resistentes a plagas y enfermedades.

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