Fabiola Navarro / MO
Después de un mes de angustia y búsqueda, Max, un pastor belga de 4 años, finalmente volvió a casa.
Su historia, marcada por la incertidumbre y la esperanza, tuvo un final feliz gracias a la difusión de su desaparición en Medios Obson.
El can, reconocido por sus distintivas manchas negras que lo hacen inconfundible, había desaparecido sin dejar rastro, lo que motivó a su dueño, Alfonso Muñoz, a emprender una intensa campaña para encontrarlo.
Una persona se puso en contacto tras reconocer a Max en la publicación, según relató y dijo, el perro había sido entregado a una señora que lo protegió mientras lo lograba dar en adopción, luego de ser entregado por un tercero que aseguraba haberlo encontrado en la calle.
Gracias a la colaboración ciudadana y a las señales distintivas del pastor belga, se confirmó que se trataba del mismo Max, quien hoy ya se encuentra de vuelta en su hogar, donde lo esperaba con ansias “la güera”, su inseparable compañera canina.
Don Alfonso, agradeció a la comunidad su apoyo, por lo que ya no es necesario comunicarse con él.