Lorenza Sigala / MO

Con lágrimas de felicidad y una profunda emoción, los padres de Lesslie, una niña originaria de Hermosillo, celebraron el momento en que su hija tocó la campana que simboliza el final de su tratamiento contra el cáncer, luego de una larga y difícil batalla de cinco años.

Julia Nazaret y Francisco Javier Colores, padres de la menor, compartieron su alegría tras haber superado una de las etapas más duras de su vida familiar. El evento, realizado en el área de oncología pediátrica del Hospital Infantil, marcó el cierre de un ciclo que comenzó con un diagnóstico devastador, pero que concluyó con esperanza y vida.

“Nos sentimos muy felices y orgullosos de ella, de haber acabado su tratamiento. Hoy fue el toque de campana, donde ella ya está libre de todo el mal. Fueron 30 meses de lucha constante, pero gracias a Dios salimos victoriosos”, expresó conmovido el padre.

Julia, la madre, recordó entre lágrimas los momentos más difíciles del proceso.

“Hubo muchas altas y bajas. Me sentía muy triste al ver a mi niña así, pero hoy, después de cinco años, verla tocar la campana me llena de felicidad. Es algo que no se puede explicar, es pura gratitud”, comentó.

Rodada en honor a la guerrera

Para hacer aún más especial este día, decenas de motociclistas de distintos clubes se unieron en una rodada simbólica en honor a Lesslie, acompañándola en su última sesión de quimioterapia y posterior celebración.

Cristóbal Iván Jiménez, miembro del grupo Rodas Hermosillo, explicó que la convocatoria se difundió por redes sociales y logró una respuesta solidaria por parte de varias agrupaciones de motociclistas.

“La finalidad era acompañar a Lesslie en este momento tan importante. Nos organizamos para estar con ella y al finalizar su toque de campana, acompañarla en caravana hasta el Cerro de la Virgen”, comentó Jiménez.

Entre los clubes participantes destacaron Moto Adicción, Arbolitos Asociados, y motociclistas independientes, quienes se apostaron afuera del hospital con globos, pancartas y mensajes de aliento.

Una historia de fortaleza
El toque de campana es una tradición en hospitales oncológicos que representa la victoria sobre la enfermedad. En el caso de Lesslie, simbolizó no solo el cierre de su tratamiento, sino también el amor, la solidaridad y la fuerza colectiva que la rodearon durante todo el proceso.

Su historia se suma a las voces de esperanza de miles de familias que luchan contra el cáncer infantil en México, recordando la importancia del diagnóstico temprano, la atención médica integral y el acompañamiento emocional.

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