Lorenza Sigala / MO

Tras las primeras lluvias registradas en el sur de Hermosillo, el Grupo Operativo de Rescate Acuático (GORA) emitió un llamado urgente a la población para evitar cruzar arroyos o ingresar a cuerpos de agua durante la temporada de lluvias, ante el alto riesgo de ser arrastrados por la corriente.

Ixcoatl Villa, titular del grupo GORA, informó que ya se presentó el primer incidente de la temporada: un menor de 13 años fue arrastrado por la corriente del arroyo Las Víboras, lo que encendió las alertas entre los cuerpos de emergencia.

“Pedimos a los padres que estén muy atentos de sus hijos. No los manden a la calle cuando esté lloviendo. A los niños les parece divertido meterse a los arroyos, pero no miden el peligro. El agua no solo arrastra por la fuerza de la corriente, también trae ramas, piedras y otros objetos que pueden hacerlos caer”, señaló.

El llamado también va dirigido a los automovilistas, quienes suelen intentar cruzar arroyos crecidos. “Los carros no son superhéroes. También pueden ser arrastrados por la corriente. La recomendación es detenerse, esperar a que baje el nivel del agua o buscar rutas alternas. Lo importante es no arriesgar la vida por llegar unos minutos antes”, enfatizó.

Además del caso en Hermosillo, Villa mencionó otro incidente reciente ocurrido en Sahuaripa, donde una persona perdió la vida por inmersión debido a la crecida del río Yaqui. Aunque se solicitó el apoyo del equipo GORA desde Hermosillo, la persona ya había sido localizada sin vida antes de que el grupo pudiera desplegarse.

“En muchos municipios de Sonora no se cuenta con equipos de rescate acuático especializados, por lo que a menudo piden apoyo a la capital. En años anteriores hemos tenido casos de personas que se meten con vehículos todoterreno a arroyos secos sin saber que llovió más arriba en la sierra. El agua baja con fuerza y los arrastra antes de que puedan reaccionar”, explicó.

El titular del grupo de rescate hizo énfasis en que las lluvias en Sonora pueden provocar crecidas repentinas que duran poco tiempo, por lo que insistió en evitar cruzar arroyos durante o justo después de una tormenta. “Sabemos que los arroyos crecen rápido, pero también bajan rápido. Es mejor esperar unos minutos que arriesgar la vida”, concluyó.

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