Con la sombra del dedazo presidencial y las cargadas de gobernadores y funcionarios, este domingo se realiza el Consejo Nacional de Morena con el reto de sus 364 integrantes de mantener la unidad entre los grupos del partido ante las quejas de favoritismos, apoyos adelantados e indebidos y de falta de cancha pareja en el proceso interno.El consejo definirá la convocatoria y requisitos que seguirán los aspirantes a la candidatura presidencial, incluyendo la separación del cargo, pero no hay acuerdo sobre el método marcado en los estatutos, que es la encuesta interna. Falta consenso sobre el número de encuestas a realizarse, así como los ejercicios espejo y las empresas que las llevarán a cabo para contrastar los resultados con los de la Comisión Nacional de Encuestas de Morena.
Al cónclave se prevé el arribo de las cuatro corcholatas oficiales: Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México; el aún canciller Marcelo Ebrard; el titular de Gobernación, Adán Augusto López, y el senador Ricardo Monreal. Aunque no militan en Morena, están invitados Gerardo Fernández Noroña, del PT, y Manuel Velasco, del PVEM.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha sido el encargado de marcar los tiempos de la sucesión de 2024, pero al mismo tiempo será una pieza clave para evitar la ruptura en Morena, coincidieron expertos.
Al respecto, el analista Leonardo Curzio expuso que aunque el Presidente ha señalado públicamente que no se involucrará en la sucesión, sus acciones demuestran lo contrario, como la convocatoria a una cena con las corcholatas, el dirigente de Morena, Mario Delgado, y gobernadores.
“Él ha estado marcando los tiempos. El secretario de Gobernación le llama ‘los tiempos del señor’. El Presidente en este caso utiliza un recurso muy viejo que es decir que no va a hacer cosas que está haciendo. Lo niega, pero ha estado totalmente involucrado”, sostuvo.