Dayan Lagarda

EL TIEMPO

La dirección regional noroeste del INIFAP, cedió ante la presión de los productores del Valle Yaqui y decidió no proceder ante el impuesto del 5% que deseaba imponer en el pago para adquirir semilla de trigo para este mismo ciclo.

Esta situación causó conflicto en el sector, por lo que presionaron para que no procediera, enviando cartas a los dirigentes del organismo, solicitando apoyo del Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas (Snics).

Juan Pablo Mendoza, representante de los productores del Valle del Yaqui, señaló que INIFAP tenía ya tenía tiempo queriendo imponer el impuesto, pero por fortuna no sucedió así, resaltando que era una injusticia lo que se pretendía.

Asimismo, recordó que el 95% de la genética de las variedades de trigo que se producen en el Valle del Yaqui y se distribuyen a muchos países en el mundo, son generadas por el Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (Cimmyt) y no por el INIFAP.

Agregó que cada año los productores aportan poco más de 3 millones de pesos para la investigación en el mejoramiento de cultivos, estudios que desarrolla el INIFAP, por lo que ya se les está aportando económicamente y no es necesario ese impuesto.

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