OTRO ARRANQUE de semana de horror con cinco muertes violentas en distintos sectores registró Cajeme, cuyos habitantes de plano han extraviado por completo la confianza en las instituciones encargadas de la seguridad pública. Es terrible lo que está ocurriendo en todas las latitudes de este municipio, ante unas autoridades pasivas y demasiado frías para asimilar la triste realidad que se vive día con día con acontecimientos que rebasan lo intolerable. No puede existir tanto desgano o indolencia para enfrentar a quienes se han encargado de convertir esta tierra de fecundo trabajo en un paraíso donde la muerte campea en cualquier calle o esquina y en la hora menos pensada. Hay quienes se preguntan de manera insistente, cuándo funcionará la vigilancia y prevención del delito, una tarea primordial de la Policía Municipal, pero, que inexplicablemente no se cumple. Hasta el hartazgo se ha dicho que aquí se requiere de jefes policíacos de verdad y establecer estrecha coordinación con el resto de las instituciones como la Policía Estatal de Seguridad Pública (PESP), Policía Ministerial que no es otra cosa más que la Agencia Ministerial de Investigación Criminal (AMIC) y la Policía Federal Ministerial que es la Agencia de Investigación Criminal (AIC), antes llamada Agencia Federal de Investigaciones (AFI) la cual pertenece a la Fiscalía General de la República (FGR). Lo mismo deberán hacer militares de la secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), infantes de la secretaria de la Marina y la Guardia Nacional, pero, para ello es necesario volver a insistir en que se requiere de importantes cambios en la estructura de la Policía Preventiva y Tránsito Municipal porque de nada serviría que se establecieran y fortalecieran vínculos y alianzas interinstitucionales sino existe un jefe de la Policía Municipal que conozca realmente su esencial tarea y operatividad. Lo lamentable es que mientras no se concrete ese movimiento lo demás no funcionará porque para nadie es un secreto que el mando ‘incómodo’ es quien en mala hora fue designado comisario de policía sin conocer la materia como él lo presumió. Los resultados hablan por sí solos como para no darse de lo que está sucediendo, sin embargo, ha faltado decisión y mandar al diablo los ‘amiguismos’ y ‘compadrazgos’ que tienen aquí al capitán de fragata de la Marina, Cándido Tarango Velázquez, quien es el eslabón perdido, debido a que no embona en ningún lugar hablando institucionalmente… RESULTA fundamental terminar con esos influyentísimos y padrinazgos, ya que primero es la seguridad de los cajemenses y esta no debe depender de los caprichos absolutamente de nadie, sino por el contrario hay que atender las necesidades buscando alternativas de solución. Este señor, ya cumplió su ciclo y no dio resultados de ninguna índole y por sentido común, pero sobre todo por el bienestar de la población debe irse. Sus estrategias no funcionaron desde un principio y después su estadía se ha tornado controversial con un alto costo de pérdidas humanas y esto debe entenderlo el alcalde y el cuerpo de regidores o no creemos que estén esperando verse ellos tocados por la violencia y criminalidad para entonces sí actuar. No deben olvidar que en Cajeme no hay ciudadanos de primera, segunda y tercera. Las demandas de todos deben ser atendidas y solucionadas. No hay que ver el tema de la seguridad pública como uno más de los rubros del gobierno municipal sino como una premisa medular. Tampoco es tiempo de buscar pretextos y culpas como para decir ahora que es un problema que se viene arrastrando desde hace más de una década porque es algo que ya todos sabemos lo que no sabemos es por qué no toman el “toro por los cuernos” y comienzan por erradicar este cáncer social… NO HAY QUE olvidar que, Lamarque Cano prometió contar con un plan estratégico para atender la inseguridad, aunque ahora sale con que esto no se puede solucionar de un día para otro. Para empezar nadie se lo está pidiendo en esos términos, sin embargo, a más de un mes de que asumió el gobierno municipal no ha mostrado la voluntad suficiente para buscar soluciones a esta problemática y la verdad nos extraña porque el mismo se comprometió a atender el problema desde el primer día de su gobierno y vemos como caen las hojas del calendario y no hay modificaciones de ningún tipo. No se trata de golpeteo alguno, pero sí de convocarlo a que haga conciencia de que cada vez son más las gentes que está muriendo y si él no hace nada por buscar soluciones van a seguir avanzando los días, semanas y meses con una estela catastrófica de homicidios. Solo habría que recordar que la semana anterior inició la semana con tres homicidios y ayer fue con cinco y sino llegan los cambios necesarios con cuántas ejecuciones habrá que esperar que arranque la semana entrante. El asunto es del suyo grave y Tarango no puede tener en vilo a la población con su inacción solo porque le gustó el cargo de jefe policía en Cajeme, pero sin ofrecer resultados, mientras que el municipio se sumerge cada vez más en el dolor, duelo, desesperación e incertidumbre, solo de pensar en el mañana quién morirá en los interminables ataques armados… EL FENÓMENO de la inseguridad no solo se refleja en los homicidios dolosos y balaceras, sino en los robos a mano armada que van en aumento no solo contra negocios de autoservicios sino en perjuicio de distintos giros comerciales y lo más grave del asunto es que estos son cometidos en plena mañana o tarde aprovechando que los agentes preventivos andan “ocupados” en otras tareas más redituables para ellos y por supuesto que esto es bien aprovechado por los amantes de lo ajeno para hacer de las suyas. Es momento de exigir a mandos medios que cumplan con su trabajo con el mejor de sus esfuerzos. Ya basta de andar pensando solo en sus intereses personales que para ello reciben su salario quincenal, además de que seguro estoy de que con el alcalde Lamarque Cano les irá bien y lo digo en base al respaldo que dio a la policía en el trienio 1997-2000… ES MOMENTO que las alianzas y acuerdos para generar paz y tranquilidad impulsadas por la fiscal estatal, Claudia Indira Contreras Córdova y la secretaria de Seguridad Pública del Estado, María Dolores del Río Sánchez, desciendan a Cajeme ante la presencia del comandante de la 4ta Zona Militar, Jorge Ambia Minero, el coordinador de la Guardia Nacional en esta región, Benedicto Santamaría González y el delegado estatal de la FGR, en Sonora, Francisco Sergio Méndez y quienes trabajan porque retorne la serenidad en el municipio y tomen las decisiones necesarias porque no es posible que en 18 días de octubre se tenga ya un registro de 45 asesinatos. Ayer anunció el jefe de la comuna la llegada del Mando Único como una opción para contrarrestar los efectos de la violencia, aunque en lo personal no hemos visto que haya sido tan efectivo en otras regiones, pero si es para bien, que llegue. La idea es frenar de una u otra forma el torbellino de crímenes… ESTE DÍA, se cumplirá el primer año del artero crimen del agente de la Policía Municipal, Ricardo Lozano Alvidrez, ampliamente conocido por sus compañeros como “El Cadete”. Fue asesinado la tarde del lunes 19 de octubre por gatilleros del crimen organizado, cuando se dirigía de la Jefatura de Policía a la colonia Marte R. Gómez, después de haber asistido junto con su entonces comandante, José Manuel Cervantes Sánchez, al homenaje póstumo que se rindió a Carlos Omar Aguilar Alarid. El ataque ocurrió poco antes de las 4 de la tarde sobre la calle Fresno y 500 y media. Treinta minutos más tarde expiró el cumplido servidor público que le faltaban noventa días para jubilarse. Fue el segundo policía caído en octubre. Muy dolorosa su muerte al igual que la de Carlos Omar Aguilar Alarid, quien el domingo cumplió también un año de fallecido… Luego seguimos, Dios mediante.

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