SIN TEMOR a equivocarnos, pero esta semana deberá resultar crucial el tema de seguridad pública, tras robustecerse la versión de que en Cajeme trabaja un grupo especial de elementos federales que hasta el momento se les ha observado uniformados de manera muy similar a los guardias nacionales. No se descarta que forman parte de esa institución armada, pero su misión tal parece que está muy definida, ya que trabajan de manera frontal en el combate a la delincuencia organizada junto con policías ministeriales, quienes a lo largo del 2021 fueron severamente cuestionados por su inacción y falta de compromiso de su parte para perseguir y capturar a células de grupos criminales, pero, esto, habrá de terminarse porque tal parece que en las horas que están por llegar se preparan cambios de la mayoría del personal operativo, precisamente para acabar con supuestos compromisos y prebendas, ya que según trascendidos como se llamaba la columna del extinto periodista de San Luis Río Colorado, Sonora, Benjamín Flores González, asesinado en julio de 1997, se pretende dar otro rostro a la corporación y de paso garantizar el sigilo y efectividad de una serie de operaciones de procuración de justicia que ya se cocinan contra presuntos criminales que, tal parece fueron alertados sobre la presencia del grupo especial de federales que únicamente está trabajando de manera coordinada con efectivos de la Agencia Ministerial de Investigación Criminal (AMIC) y pues esto ha impedido que empiecen a caer los generadores de violencia que se han encargado de colocar a Cajeme en el pináculo del ranking nacional como la ciudad más violenta del suelo azteca, de acuerdo a convincentes comentarios que se han dejado escuchar desde la capital del país y muestra de ello es la presencia de los federales en cuestión que, por fin, arribaron a esta localidad y de inmediato se vivieron las primeras sesenta y dos horas de tranquilidad. Es decir, de las 4:50 de la mañana del jueves anterior en que dieron muerte a un hombre en la colonia San Anselmo, a las 18:50 horas del sábado tras cometerse otro asesinato en calles Colima e Hidalgo, en la colonia Centro, y quien al parecer era oriundo de la Comisaría de Esperanza. Tal parece que el asunto de los movimientos que están en gestación en la Comisaría General de la AMIC, en Hermosillo, son manejados con extremado sigilo, incluso hasta por el comandante, Ramsés Arce Fierro, quien tendrá mucho trabajo por aquello de que se dice insistentemente que podrían cumplimentarse varias órdenes de aprehensión que se están cocinando, de ahí la importancia de impedir por todos los medios que haya fuga de información hacia los presuntos involucrados en algunos crímenes. Lo que si se asegura es que las fuerzas federales no vinieron a perder el tiempo y tienen que ofrecer resultados a la brevedad, ante la premisa de restaurar la serenidad en el tejido social de las familias cajemenses que han sufrido la más cruel e incontenible criminalidad jamás antes vivida en la historia del municipio. Por todo ello, resultan muy congruentes las versiones que circulan en fuentes muy cercanas a la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE)… EN ESE MISMO contexto, se comenta que presuntamente hay decenas de teléfonos “colgados” –intervenidos– de algunos elementos policíacos que se tiene información e indicios que están coludidos con el crimen organizado. No descarte que se trate de los mismos gendarmes a los que se refirió el hoy ex alcalde, Sergio Pablo Mariscal Alvarado, aquella mañana del martes 2 de octubre de 2018, ante la presencia del entonces titular de la secretaria de Seguridad Pública, Francisco Cano Castro, cuando afirmó que ya tenía identificados a esos traidores que servían a oscuros intereses y que por esa causa lo expulsaría de inmediato de las filas policiales. Sin embargo, a pesar de que ese anuncio lo hizo cuando todavía no cumplía el mes como jefe de la comuna y transcurrieron treinta y seis meses y nunca, jamás, hizo nada al respecto. Solo agachó la cabeza como los avestruces y eso sí fortaleció su seguridad personal con más de veintena de “guaruras” con cargo a la nómina de la SSPM. Nada que ver con los escoltas que ahora trae Sergio Santos Torres Corrales, en la seguridad del jefe máximo de las fuerzas armadas en el municipio, Carlos Javier Lamarque Cano… Y, A PROPÓSITO, dicen que Sergio Santos es amigo muy cercano al asesor de seguridad pública, excomandante Carlos Alberto Monares Vargas, quien sabe porque lo considerarán así. Habrá que averiguarlo. Volviendo al tema de policías que están en la mira, ya no digamos de autoridades federales, estatales sino hasta del propio jefe de la comuna, quien el pasado fin de semana advirtió que es imprescindible una depuración policíaca, así que todo parece indicar que el asunto de la “limpia”, esta vez va en serio y no como durante infame gobierno de Mariscal Alvarado que quedó estigmatizado con mil 518 muertes, entre estas, la de nuestro inolvidable amigo, exdirector general y fundador de Grupo Medios Obson, Jorge Miguel Armenta Ávalos y del excandidato al gobierno municipal y exprocurador, Abel Murrieta Gutiérrez, que se espera pronto queden resueltas como ya lo dijo la fiscal, Claudia Indira Contreras Vargas, la semana anterior. Ojalá que se acorte ese tiempo de libertad indebida de esos asesinos que parecen estar muy tranquilos, pero, pronto llegará la prisión para ellos y quienes los protegen… EN OTROS ASUNTOS de misma índole, se insiste en que a más tardar el próximo martes podría contar la Jefatura de Policía Preventiva y Tránsito Municipal, con un nuevo titular, debido a que se comenta repetidamente que Cándido Tarango Velázquez, tendrá que abandonar la dependencia, ante la hastiada falta de resultados. Qué lástima que se haya entendido tan tarde si es que en realidad se va. Hay quienes sostienen que ya se maneja como su sucesor a un alto mando de la milicia y eso como que no está muy adoc con todo lo que se ha vivido en los últimos cuarenta meses en que se han consumado casi mil 800 homicidios, al experimentarse con titulares que no tienen esencialmente formación policíaca y esto debe entenderse que contraviene con el eficaz desempeño de los agentes policíacos, ya que ven que Tarango Velázquez, como última opción implementó los operativos “barridos” que en realidad han sido solo circo, maroma y teatro, porque no agarran a nadie. Todos los recorridos terminan sin novedad y como no si tienen al enemigo en casa por lo consiguiente mientras sicarios se dedican a arrebatarles la vida a quienes mejor les plazca en el poniente de la ciudad los “barridos” que se realizan al oriente. Una verdadera payasada lo que hacen estos señores representantes de la ley. También hay que recordar el fracaso del coronel en proceso de retiro del Ejército Mexicano, Jorge Manuel Solís Casanova, que solo estuvo de turista, aunque eso sí, estuvo cobrando con cargo al erario municipal… PUES RESULTA que siempre no salió de la jugada Carlos Iván Ramos Chávez, debido a que quedó entre los mandos medios que se nombraron el pasado fin de semana, pero no como comandante de la Comisaría de Cócorit sino de la Delegación de Quetchehueca y en consecuencia Jesús Antonio Valdez Varela que había sido designado como responsable de la citada población ejidal fue enviado a la guayabera población de Cócorit, donde habrá de poner en juego su experiencia que obtenido en diversas demarcaciones. Quien también tendrá que demostrar su experiencia es el nuevo comandante de la Delegación Villa California, Esteban Valenzuela Ortega, quien igualmente ya desempeñado importantes encomiendas. Recientemente se tituló como Licenciado en Derecho y eso habla bien de su esfuerzo… POR ÚLTIMO, ya es tiempo que la primera autoridad del municipio también ponga orden en Tránsito Municipal y sobre todo en el quehacer de esa pandilla de “azules” que están a cargo del área de Transportes. Aún seguimos investigando el ingreso real que les generan sus tropelías… Luego seguimos, Dios mediante.

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