WASHINGTON. Una poderosa tormenta amenaza con llevar una combinación potencialmente devastadora de nieve y hielo al medio oeste y el sur de Estados Unidos, y las autoridades se preparan para condiciones traicioneras y posibles cortes de energía.

Se esperan hielo junto con temperaturas peligrosamente frías en todo el sur, hasta Memphis y la gran región metropolitana de Dallas-Fort Worth. En general, más de 100 millones de personas están bajo advertencias de tiempo invernal que se extienden desde las Montañas Rocosas hasta Nueva Inglaterra.

“Es probable que haya un corredor de gran acumulación de hielo (más de un cuarto de pulgada) desde Texas hasta el valle de Ohio”, dijo el Centro de Predicción Meteorológica.

Al recordar los apagones paralizantes del invierno pasado, el gobernador de Texas, Greg Abbott, aseguró a los residentes que la red eléctrica, el Consejo de Fiabilidad Eléctrica de Texas (ERCOT), está en una mejor posición para manejar el impacto potencial de la tormenta.

“En este momento, el pronóstico es que ERCOT tendrá un acceso de 15.000 megavatios de energía disponible incluso en el momento de mayor demanda. Por lo tanto, ERCOT está bien preparado para las condiciones actuales, pero se mantiene flexible para poder responder a las necesidades de la demanda de energía”, dijo Abbott durante una conferencia de prensa.

Aún así, el gobernador advirtió que pueden ocurrir cortes de energía debido a circunstancias no relacionadas con la capacidad de la red, incluida la caída de árboles o líneas eléctricas heladas.

La ciudad de Oklahoma puede ver hasta 20 centímetros de nieve, así como acumulaciones de hielo importantes, dijo el Servicio Meteorológico Nacional. En St. Louis, Missouri, es posible que haya fuertes precipitaciones mixtas, con acumulaciones de hielo importantes.

“Se espera que la tormenta de invierno incluya una mezcla de lluvia helada, aguanieve, nieve, fuertes ráfagas de viento y bajas temperaturas en todo el estado a partir del miércoles, lo que puede provocar cortes de energía”, dijo el gobernador de Oklahoma, Kevin Stitt, en un comunicado de prensa.

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