No es presunción, pero, tal y como lo publicamos aquí el pasado viernes, Morena se llevó, el domingo, 4 de las 6 gubernaturas en juego. Y, también como lo dijimos, fueron Oaxaca, Quintana Roo, Hidalgo y Tamaulipas, mientras, la oposición se queda con Durango y Aguascalientes.

Lo anterior pinta en el panorama para 2023 y 24, para que los partidos entiendan (aunque parece mucho pedirles), que solamente coligados podrán dar la pelea a Morena y sus aliados.

Pero bueno, anigüei, Morena se ha convertido en el partido a vencer. Aunque también en su soberbia de asegurar que ganarían 6 de 6, llevan penitencia.

Mientras esto sucede, acá en Sonora estos resultados cambian el panorama dentro de la renovación del Consejo Estatal del Partido Revolucionario Institucional (Gio González dice que ahora, con tanto príista en la diplomacia, ya no es Institucional, sino, Internacional, jejeje), pues, algunos se sobaban las manos para que no ganaran ni una regiduría tercermundista, menos esas dos gubernaturas (aún cuando hayan ido en alianza), porque eso hubiese significado que, Alito Moreno, su líder nacional, hubiese salido votado de la presidencia de dicho partido.

Y eso, ¿qué tiene?, preguntaran dos-tres, y la respuesta es sencilla: me explico: el señor Moreno, abrió la convocatoria para renovar la dirigencia en Sonora, con los dados súper cargados a favor del otrora dirigente juvenil (hace como mil años) de ese partido, Onésimo Aguilera, a la que luego se le sumó, como secretaria, Iris Sánchez Chiu.

La misma (la convocatoria no la Chiu que, primero había dicho que no se valían los dados cargados hasta que ella fue dado y cargada), dice que solamente habrá una planilla inscrita y que, uno de los requisitos, es que tenga el aval del CEN del mismo PRI, es decir, que salga desde la oficina que el propio Alito tiene como la más espaciosa allá en Insurgentes.

Luego entonces, y, cuando lejos de que fuera una, sino diez planillas que levantaron la mano para “concursar”, pues resulta que, tramposamente (as usual), desde chilangolandia solamente le dieron el aval a…. Atinaron mis amig@s; se lo dieron únicamente a Onésimo.

Es más, como les digo arriba, varios de los querientes, firmaron una carta pidiendo que, desde el Nacional, sacaran las manos de la elección. (repito, la Iris fue una de los firmantes, pero luego dijo que siempre no).

Entonces los del PRI estatal, que aún recibe línea de la dupla Beltrones-Pavlovich (¿qué no la expulsaron? Nahhh), decidieron que irían con una planilla comandada por Zaira Fernández BELTRONES a la presidencia y Pascual Soto PAVLOVICH como secretario.

Pero eso fue en el PRI estatal sonorense, porque, allá en el Nacional, la instrucción fue muy clara: una sola planilla.

Un dato que pinta de cuerpo entero el dedazo tipo setentero: Para llegar a inscribirse, Zaira y Soto llegaron con más de mil 500 firmas de consejeros, mientras de Aguilera y Sánchez, solamente arribaron con el papelito que les dio Alito. Jejejeje..

Luego entonces, ¿y ahora? Bueno pues ahora, ya con el acta del PRI estatal enviada al feudo Nacional de Alito Moreno, falta que la reciban, la analicen a profundidad y tomen la decisión de, descalificar a la Zaira y el Pascual.

Por lo pronto mister Aguillera y Lady Sánchez, ya impugnaron la inscripción de la otra planilla, porque no cumplieron con el requisito ese que lleva la firma de Alito.

Así que, pronto, vendrá la coronación de don Onésimo III y la Infanta Iris II.

Por eso escribí líneas arriba que los príistas sonorenses esperaban la derrota por paliza de 6 a 0 de la coalición PRI, PAN y PRD, para exigir que Moreno saliera de la Presidencia Nacional, y eso, hubiera puesto las perspectivas en otro sentido, y quizá, hasta se hiciera una nueva convocatoria.

Pero no fue así: Durango y Aguascalientes le dieron oxígeno al Alito.

Lo que si puede pasar es que, esas cuatro derrotas, sumadas a las otras 10 que ha acumulado durante su presidencia Alejandro Moreno, y donde, de gobernar 16 Estados (la mitad de los existentes en México), hoy solo le quedan esos dos que ganaron en alianza y, Coahuila y el Estado de México donde, por cierto, en el 2023 habrá elecciones.

Y bueno, 14 derrotas no son pocas y quizá, solamente quizá (porque en el PRI sucede todo lo que se dicen no sucede en la lógica), Alito diga: bueno, pues, vamos a cambiar las reglas (sí Chuy).

Y mira, leyentes míos, no es que habría que defender al PRI, porque ell@s se acuchillan sol@s, pero sí, en un país democrático (no es chiste) la correlación de fuerzas, es parte fundamental para los equilibrios pues, ya lo vivimos en aquellos setenta años de PRI, a nadie nos conviene un partido hegemónico, ¿o si?

Pero pues mientras, el PRI, insiste en suicidarse.

¿Qué piensan?

Gracias

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