LA BATALLA, que enfrentaron militares en el municipio de Altar, debe ser un ejemplo a seguir por sus compañeros en todo el país. Confrontarse a alrededor de ochenta presuntos delincuentes, cuando ellos apenas eran doce miembros de la tropa, incluyendo dos mandos. Es motivo de orgullo para las fuerzas castrenses y más cuando rechazaron millonario ofrecimiento. Ojalá que aquí sus semejantes imitaran ese tipo de denodadas acciones, pero, en el entorno urbano, a fin de rescatar la paz y tranquilidad de manera íntegra y sin medianías para Cajeme. Lo mismo debe hacer personal de la secretaria de la Marina, porque ya es tiempo que se termine esa escalada de muertes, privaciones ilegales de la libertad y desapariciones forzosas. No podemos seguir viviendo bajo un ambiente incierto, donde prevalece un sórdido panorama de que en cualquier momento y lugar podría desatarse un ataque armado. Justamente el domingo por la tarde, una persona que radica en colonia El Campanario, describió como horrible el estruendo de las balas que terminaron con la vida de dos hombres que estaban en una vivienda. Lo mismo han exteriorizado a quienes les ha tocado vivir de cerca ese tipo de embestidas. Incluso hay quienes desbordan sus lágrimas, al momento de relatar esos instantes vividos. Mucho se ha insistido que este municipio cuenta con los recursos humanos necesarios para hacer frente al fenómeno de la inseguridad. Solo falta voluntad y decisión de hacerlo. Se espera que algún día los muevan esos dos elementos naturales… ES TIEMPO que el secretario de Seguridad Pública, capitán de navío de Marina, Claudio Cruz Hernández, con apoyo del director operativo, Jesús Navarro Velarde y el Inspector de Policía, Viviano Murrieta González, convoquen a mandos medios y de manera muy particular a los encargados de los cuadrantes, a fin de que con los elementos y patrullas que disponen implementen de manera permanente el llamado operativo “Cero Tolerancia” que nació de la idea del comandante Rubén Romero Márquez, debido a la premisa de mantener una vigilancia más férrea y permanente en las calles y no solo hagan revisiones a transeúntes sino a ocupantes de vehículos sospechosos, entre estos, motociclistas. Aunque se refiera lo contrario, en los últimos días se han incrementado los despojos de motocicletas y viandantes. Su combate se puede realizar precisamente mediante esas operaciones que no son otra más que un “barrido” general. Aquí es interesante la hora en que deben realizarse y para ello es necesario analizar la incidencia delictiva en cada sector de la ciudad. Por ejemplo, en los perímetros bancarios, la comandante Ingrid Miosoty Cruz Villa, puede hacerlo alrededor del mediodía o bien cerca del cierre de las instituciones crediticias que es cuando más se han cometido despojos y ahora hasta “piñatazos” como llamábamos en los años ochenta y noventa a las estafas que cometían habilidosos sujetos que se mantenían al acecho de sus víctimas en las afueras de los bancos y al salir mediante engaños las timaban dejándoles fajos de papel periódico recortado del mismo tamaño de los billetes, tal y como sucedió ayer, con una señora a quien le robaron casi cuarenta mil pesos que acababa de retirar del citibanamex de calle 200 casi esquina con París. Le dieron el “cambiazo” al entregarle un bolso con recortes de papel y ellos se llevaron el efectivo, perdiéndose entre las calles de la colonia Prados del Tepeyac. En los años en cuestión era una “plaga” de “piñateros” que hacían y deshacían. A quien le tocó lidiarlos fue al extinto comandante, Manuel de Jesús Félix Velázquez, quien se los encargaba por consigna a su personal. Todavía está activo Royce René Carrasco Delgado, a quien le tocó participar en la detención de esos malandrines y para ello había que darles una corretiza de padre y señor mío para alcanzarlos. Por igual, debe de recordar el policía jubilado, José Osorio Torres, un excelente investigador en su etapa de policía. Por lo pronto lo ocurrido ayer debe prender los “focos rojos” a los mandos policíacos, ya que no suena descabellado que haya un retroceso y vuelvan a ponerse de moda ese tipo de robos… REGRESANDO con el operativo “Cero Tolerancia” resulta primordial que se implementen en todas colonias y barrios de la ciudad. De seguro que no solo van a sacar de circulación a “bajadores” a pie, sino en motocicletas o carros. Por igual, a narcomenudistas y gente armada como ya se ha hecho. Aquí lo fundamental es la permanencia y resistencia de los elementos. Por supuesto que deberían ser apoyados por miembros de la Guardia Nacional e infantes de Marina. Es importantísimo que lo hagan en dos unidades y las demás deben mantenerse en los alrededores para que en caso de que sea necesario que intervengan en apoyo, lo hagan ipso facto. De otra forma, el delincuente es muy astuto y audaz y se las ingenia para burlar ese tipo de acciones, por lo que tendrán que ser muy sigilosas. Bueno fuera que se designara al comandante Romero Márquez como encargado de ese tipo de estrategias, precisamente por su capacidad y experiencia. Eso sí, hay que impedir por todos los medios posibles la fuga de información para evitar que se les avise oportunamente a la fauna nociva de pillos que pululan por las arterias viales, y a los “tiradores” de drogas de que van por ellos. En eso tienen que ser muy cuidadosos porque en la medida que lo logren se obtendrá resultados. Insisto en que la vigilancia constante y sin simulaciones, porque de nada sirve que tengan a la vista a presuntos delincuentes y en vez de actuar contra ellos se volteen para otro lado, como lo han hecho muchos policías. Inclusive han sido testigos de ataques armados y prefieren agacharse y hacerse los desentendidos que cumplir con su responsabilidad. Lo mismo debe hacerse en las cinco comisarías del municipio. A quien se ha visto realizando esos recorridos es al comandante de Esperanza, Guillermo Ceceña Echeverría, pero no debe ser por ratos sino de manera constante. La perseverancia es la clave del éxito… TAL Y COMO ya lo comenté en días pasados, quienes de igual forma deben sumarse a estas tareas son los elementos de Tránsito Municipal. Existen algunos “azules” que antes de ser agentes de vialidad urbana estuvieron en la Preventiva, así que el comandante Manuel de Jesús Gutiérrez Arredondo, debe recomendar a sus huestes que se pongan las pilas y no se dediquen solo a pasear como si estuvieran filmando alguna película. También tiene una obligación y compromiso con la seguridad pública y no solo se trata de “cazar” infractores… EN OTRA VERTIENTE, qué pasaría con la dinámica de trabajo de la Agencia Ministerial de Investigación Criminal (AMIC) y el personal de la Coordinación Nacional Antisecuestros (Conase), porque de repente cayeron en una pasividad a la que nos acostumbraron a no percibirla más, al menos, en esa institución. No hay que olvidar que como resultado de las intensas investigaciones que estuvieron realizando, estas les permitieron capturar a un buen número de objetivos criminales a través de cateos. Hace semanas que se advierte un desgano después de que brillaron intensamente. Por cierto, en Hermosillo, hay quienes han comenzado a insistirle al nuevo comisario de la AMIC, Carlos Alberto Flores, que ponga fin a la perpetuidad de algunos comandantes que dicen tienen hasta veinte años en la misma base operativa. Esperan que no vaya a asumir una política de oídos sordos como lo hizo su antecesor, Manuel Ángel Barrios Macario, quienes según algunos ministeriales, con muchos años de servicio sigue dirigiendo la corporación detrás de la puerta. Cierto o falso, pero algo se tiene que hacer… Luego seguimos, Dios mediante.

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